Zapatero exige silencio a los suyos hasta que él anuncie los cambios en el Gobierno

Ningún alto dirigente socialista quiso hablar ayer de la crisis de gobierno, después de que fuentes gubernamentales reconocieran abiertamente desde Estambul la «sorpresa» del presidente del Gobierno al ver anunciado oficiosamente «y antes de comunicárselo al jefe del Estado», que piensa nombrar a Manuel Chaves vicepresidente para asuntos territoriales, y a Elena Salgado vicepresidenta económica, además de designar ministro de Fomento al vicesecretario general del PSOE, José Blanco. Sorpresa que, en lenguaje menos diplomático, reconocían las mismas fuentes, es sinónimo de «indignación» por el eclipse informativo de su primera fotografía con el presidente de los EE.UU., Barack Obama, que escenifica el deshielo entre los dos países después de la era Bush.

Zapatero adelantó anoche su regreso de Estambul. Esta mañana tratará asuntos de despacho entre los que fuentes socialistas dan por seguro que estarán las reuniones con ministros entrantes y salientes. Posteriormente se desplazará al Palacio de la Zarzuela, al despacho semanal con el Rey. Precisamente, este detalle unido al regreso de Zapatero y a que mañana, miércoles, hay Consejo de Ministros, que podría ser el primero del nuevo gabinete, hizo que ayer se diera como segura en círculos socialistas la remodelación para hoy.

Tras un debate en la delegación que acompañaba al presidente en su viaje a Estambul para asistir al II Foro de la Alianza de Civilizaciones, finalmente se optó por regresar a España nada más celebrarse el cóctel y posterior cena que ofreció el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, a los participantes en el II Foro de la Alianza de Civilizaciones. La razón: no hacer un feo al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, que asistió al cóctel. Rodríguez Zapatero ha preferido dejar para otra ocasión la investidura como doctor Honoris Causa por la Universidad de Estambul con el fin de estar hoy en Madrid.

El PP hace sangre

Los únicos en salirse del guión del silencio fueron el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, quien declaró que «Zapatero tiene una inteligencia natural inaudita para medir los tiempos», y el PSC. El portavoz de los socialistas catalanes y miembro de la Ejecutiva Federal, saludó el posible nombramiento de Chaves, sin citarle, con el argumento de que en Cataluña «a veces, se ha echado en falta una interlocución política potente en materia de desarrollo autonómico». El todavía presidente de la Junta de Andalucía no acudió ayer a una mesa redonda en el II Foro de la Alianza de Civilizaciones, como tenía previsto, para participar en una mesa sobre inmigración.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, considera necesarios cambios «en la tripulación y los mandos intermedios» del Gobierno para afrontar la actual situación económica, pero alerta de que el principal problema es «el capitán», es decir, el propio Zapatero. La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que la filtración demuestra que «ya no es que no controle la economía», sino que además «está dejando de controlar al PSOE».