María Licciardi, la reina de la Camorra napolitana: mano de hierro para un ejército de 100 miembros

Giuseppe Misso, que fue uno de los jefes más poderosos de la Camorra, hoy arrepentido y colaborador de la Justicia, la describe así: «Maria Licciardi es un auténtico ‘superboss’ , más peligrosa que Matteo Messina Denaro» (actual jefe de la Cosa Nostra, Messina Denaro, condenado a cadena perpetua, es el sucesor del sanguinario Totó Riina).

La captura de Maria Licciardi, cuando se dirigía a Málaga, ha permitido que emerja a la luz la impresionante red de la Camorra que dirige. La Policía ha podido identificar a muchos miembros de su poderoso clan, un ejército con más de 100 afiliados siempre a su disposición. La Licciardi lo gestiona como si fuera una potente empresa. A los afiliados les exige una absoluta fidelidad para pagarles un salario todos los meses.

Algunos se ocupan de las falsificaciones, otros ejecutan las amenazas si personas sometidas a usura no pagan con puntualidad; algunos extorsionan, otros hacen de espías y centinelas para avisar de movimientos raros o presencia de policía; y los afiliados más temerarios, dispuestos a subir de nivel en una especie de jerarquía criminal, participan en la organización de emboscadas y cometen asesinatos. En la investigación dirigida por cuatro fiscales se explica que algunos de los afiliados han pasado de cero ingresos a salarios de mánager; de estar en el paro han pasado a figurar como miembros de grupos empresariales que se ocupan de hoteles, congresos, restaurantes y otros sectores del turismo.

Maria Licciardi dirige su clan con mano de hierro. Pero es también la jefa de la Alianza de Secondigliano, la organización criminal nacida en Nápoles a fines de los años 80, compuesta por poderosas familias (los Contini, los Mallardo, los Licciardi…).

«Nápoles llegó a convertirse en una ‘narco-ciudad’ desde el punto de vista de la distribución y el comercio al por mayor de la cocaína», señalan fuentes de la Comisión parlamentaria antimafia. Eso ha permitido a la Camorra hacerse con una inmensa fortuna. Fue decisión de la Alianza de Secondigliano llevar a España buena parte de su fortuna en los sectores turísticos y la distribución.

Maria Licciardi está acusada, entre otros delitos, de asociación mafiosa, extorsión, manipulación de licitaciones y recibir dinero de origen ilícito. Fue detenida en 2001 y quedó en libertad en el 2009 . Desde entonces controla su poderoso clan y es vista como la reina de la Camorra napolitana.