Luis Merlo: «La serie muestra unas relaciones imposibles de ver en TV hace años»
Su personaje de Mauri ha dado en la diana de la audiencia. El actor protagoniza «Aquí no hay quien viva», serie de éxito de José Luis Moreno que la noche de los domingos pone su particular toque de humor para comenzar la semana con otra cara
-Usted es un hombre de teatro, pero también ha hecho sus pinitos en televisión...
-Sí, son los dos medios en que me muevo con más soltura. Se puede decir que casi he pasado de puntillas por el cine, pero en el teatro primero ... y después en la televisión es donde más he desarrollado mi carrera profesional. Mi anterior trabajo en el medio antes de «Aquí no hay quien viva» fue precisamente en Antena 3 con la comedia «London Street». No funcionó y se retiró de la parrilla sin haberle dado tiempo a que la gente la conociera.
-¿Este tipo de actitudes no son una falta de respeto a los profesionales?
-Yo sólo entiendo de mi trabajo, el resto se me escapa. Soy de la opinión de que estas cuestiones son ajenas a los actores y que nosotros somos un medio para llegar a un fin.
-¿Falta de confianza?
-Vivimos en unos tiempos en los que la publicidad es muy importante. Para que la gente se entere hay que machacar. Por ejemplo, en el caso de «London Street» apenas se habló de ello. Con «Aquí no hay quien viva» la cosa ha funcionado mucho mejor, aunque en este caso la mejor publicidad ha sido el boca a boca entre los que han visto la serie. A fin de cuentas esa es también una forma de hacer publicidad.
-En estos momentos está también en el teatro con la comedia «Excusas». ¿Le queda tiempo para poder ser usted?
-Poco, y no me gusta lo más mínimo. Al margen de mi trabajo tengo una vida muy rica y me gusta tener tiempo para mí y los míos. Me estoy construyendo una casa en la sierra. Soy una persona de aficiones y gustos sencillos. Me encanta pasear, leer frente a la chimenea, montar a caballo, escuchar música... en definitiva vivir.
-¿Se puede decir que Mauri, su personaje en la serie, es uno de los más tiernos?
-La audiencia ha recibido no sólo a Mauri sino a todos los personajes de la serie con mucho cariño. Todos y cada uno de los que aparecen en «Aquí no hay quien viva» pueden parecer esperpénticos, pero son reales y auténticos como la vida misma. Esta serie muestra unas relaciones de pareja que hasta hace unos años parecían imposibles de ver en televisión.
-¿Se imaginaba el éxito de la serie?
-En este trabajo nunca sabes lo que te vas a encontrar a la vuelta de la esquina. Si supieramos la fórmula lo haríamos siempre así e incluso nos atreveríamos a cotizar en bolsa.
-Entonces, ¿qué cree que ha visto la audiencia para disparar de esa manera los audímetros?
-Es una serie normal, nada pretenciosa, con unos personajes normales. El humor que destila esta serie es muy nuestro. Los personajes -pasados, como decía Valle-Inclán, por el «Callejón de gato»- están un poco deformados, pero sin acritud.
-¿La crítica social con humor da más directamente en la conciencia del respetable?
-En esta vida hay que ser positivo, abrir una ventana a la esperanza. Actualmente están ocurriendo en el mundo cosas terribles; creo que está bien reír un poco y si además se conciencia a la gente... misión cumplida.
-¿Está contento con su personaje?
-Mauri es de carne y hueso. El equipo de guionistas me ha dado absoluta libertad para darle todos los matices que yo quiera, pero estoy contento de cómo ha sido ideado. Puede que suene pedante, pero me parece una auténtica labor social que la gente vea con toda naturalidad una relación homosexual en televisión.
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