Elecciones
La irrupción de Podemos y Ciudadanos cambia la configuración del Congreso
Las dos últimas legislaturas han visto reducido el número de partidos políticos representados en la Cámara Baja
La configuración del Congreso de los Diputados ha dado un giro radical tras las dos últimas elecciones . La aparición en escena de Podemos y Ciudadanos ha deparado que el número de partidos políticos representados disminuya notablemente y que sean éstos —y no los partidos nacionalistas— los que tengan la llave de la formación de Gobierno —o del actual bloqueo—.
La consolidación de dichos partidos como tercera y cuarta fuerzas políticas no sólo ha puesto en jaque el bipartidismo , sino que ha provocado la salida del Congreso de numerosos partidos , como es el caso de UPyD.
En 2011, el tercer partido político que más escaños consiguió fue CiU con dieciséis. Ahora, Unidos Podemos se sitúa en el podio con un total de 71 escaños y Ciudadanos es la cuarta organización parlamentaria con 32 —el doble que CiU en 2011—.
De las elecciones del 20 de noviembre del 2011 salieron representados un total de diecisiete partidos políticos que se vieron reducidos a diez el 20D y a nueve el 26J.
Azul, rojo, morado y naranja destacan entre una gama de colores cada vez más escasa
Uno de los motivos de esta reducción lo encontramos, en primer lugar, en la dificultad de los partidos minoritarios de competir en cada circunscripción con cuatro partidos «grandes» —recordemos que si no llegan al 3% de votos en una circunscripción , estos votos se marchan al limbo—.
El principal perjudicado ha sido UPyD . De sus 1.143.225 votos en 2011, que le reportaron un total de 5 escaños, pasó a tan solo 153.505 el 20D, que al estar repartidos por todo el territorio nacional quedaron en balde. Este pasado 26J, los paupérrimos 50.282 votos de la formación rosa lastraron definitivamente sus opciones de entrar en el Congreso.
Casos parecidos al de UPyD , aunque sin tanta repercusión ni número de votos, son los de Extremadura Unida, el Partido Aragonés y Unión del Pueblo Navarro, que se presentaron cada uno en coalición con el correspondiente PP regional hace cinco años. Geroa Bai , partido navarro afín al nacionalismo vasco, también ha abandonado la Cámara de los Diputados desde las elecciones del 20 de diciembre.
Podemos y las confluencias
En segundo lugar, otro motivo del menor número de formaciones es la «desaparición» de numerosos partidos nacionalistas en el Congreso. El partido de Pablo Iglesias ha sabido favorecerse de la ley electoral con diversas alianzas en Galicia y Cataluña. Así, el Bloque Nacionalista Gallego —ahora, En Marea— y Bloc-Iniciativa-Verds-Equo-Coalició Compromís —ahora, En Comú Podem y Compromís-Podemos-És El Moment— han perdido su nombre propio, quedando absorbidos por la formación morada.
Asimismo, a nivel nacional otra confluencia ha supuesto el descenso de diez a nueve formaciones entre el 20D y el 26J. De nuevo, repite Podemos como protagonista por su pacto con la Izquierda Unida de Alberto Garzón .
Más «colorido», menos «colores»
Este nuevo Congreso parece seguir el mismo esquema que ya se dio tras el 20D, con dos segundas fuerzas mucho más poderosas de lo que marcaba la tradición política en España hasta ahora. No obstante, el peso de estas dos formaciones emergentes ha dificultado tanto la formación de un Gobierno como la variación de «colores» en el Parlamento. Quizá sea la hora de que lleguen los pactos y los gobiernos de coalición a nuestro país.
Azul, rojo, morado y naranja destacan entre una gama de colores cada vez más escasa. Tan solo nueve están presentes en el actual Parlamento.
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