Interior no sabe cuántos inmigrantes se colaron en Ceuta medio año después

Según el último, que incluye los inmigrantes llegados a España de enero al 30 de noviembre, las personas que han accedido a nuestro país de forma irregular por mar o tierra (sin contar los aeropuertos) son 38. 103, solo 747 más que en las mismas fechas del año pasado .

Pero, como se ha dicho, a esos habría que sumarle los, alrededor de 10.000 de las dos jornadas de 'puertas abiertas' de Marruecos , en las que se vivió una situación límite con rescates en el agua 'in extremis' y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad desbordadas. No hay información de cuántos llegaron ni de cuántos han permanecido aquí después de las devoluciones en grupos que se hicieron en los días siguientes.

Fuentes de Interior sostienen que la Policía, la encargada de proporcionar y confirmar esas cifras, no las tiene aún. Y ahí se queda la explicación. En los balances quincenales las aclaraciones han ido variando. Desde finales de mayo, cuando era lógico que no se hubiera podido cerrar el trabajo estadístico por lo reciente de la crisis, se hacía un inciso en los informes con asterisco: «Los datos relativos a Ceuta no han podido ser actualizados, ya que los mismos se encuentran bajo análisis y tratamiento» .

Esa aclaración incluida una y otra vez en el apartado de entradas por Ceuta se mantuvo hasta octubre en la estadística oficial. Desde entonces y hasta el último balance quincenal se añade otra coletilla en el mismo sentido: «Los datos relativos a Ceuta no recogen la entrada de inmigrantes irregulares que se produjo los días 17 y 18 de mayo». Las palabras análisis y tratamiento han desaparecido .

Desde el ministerio insisten en que en los primeros días tras la avalancha muchos optaron por volver a Marruecos sin que se tuviera siquiera constancia oficial de que se habían colado cuando las fuerzas policiales marroquíes abrieron la frontera. Y admiten, además, que algunos de esos inmigrantes volvieron a entrar de nuevo –o a intentarlo– en Ceuta, por lo que es «casi imposible tener una cifra exacta» , una radiografía de la gran crisis bilateral con personas como moneda de cambio. Pero ha pasado más de medio año y sigue sin haber un mapa concreto o al menos sigue sin incluirse en las cifras de inmigración irregular.

Una radiografía que sí se hizo casi día a día tras la otra gran crisis de migración vivida durante este Gobierno: la de las llegadas masivas a Canarias durante los últimos meses del año pasado y el hacinamiento de casi 2.000 inmigrantes en el muelle de Arguineguín, que obligó a levantar campamentos improvisados y a replantear las infraestructuras de acogida.

La situación que se vivió en mayo fue caótica y aún tiene numerosos flecos pendientes . El entonces Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, compareció en octubre en el Congreso de los Diputados a petición de varios grupos parlamentarios para hablar sobre la situación migratoria en Ceuta, hasta donde viajó la primera semana de junio.

Fernández Marugán destacó los esfuerzos realizados por las autoridades españolas para encauzar la situación y recordó que durante las semanas siguientes Rabat admitió la devolución de grupos de personas (de cincuenta en cincuenta). Pero no todas aceptaron esa entrega y presentaron quejas que hace dos meses no habían tenido respuesta. Al Defensor le constaban los casos de varias mujeres congoleñas y de un grupo de yemeníes que recurrieron a ACNUR para pedir asilo. Otros inmigrantes denunciaron que fueron devueltos sin ningún procedimiento.

La situación más delicada se produjo con los alrededor de mil menores (algunos muy niños) que durante aquellos días entraron en Ceuta y que tuvieron que ser alojados en barracones y naves habilitadas durante las semanas siguientes hasta conseguir espacio y recursos. Esta semana de esos menores quedaban 448 en el sistema de acogida , según los datos oficiales recabados por ABC.

Unos han vuelto a sus casas por sus medios , otros han cumplido 18 años y una parte vive en la calle porque no quieren estar en centros. Para ellos Ceuta es solo un lugar de paso. En agosto, Interior expulsó a un grupo de 'menas' en contra de su voluntad. Un juzgado paralizó esas expulsiones y la causa sigue abierta.