EXTERIORES
Hasta pronto, Mr. Costos
El exembajador estadounidense prevé mantener los lazos con España
Invitar al presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, a visitar un portaaviones de la US Navy en pleno Mediterráneo, reunir en la misma mesa de Acción de Gracias a Richard Gere y Manuela Carmena o impulsar INCube, un proyecto de jóvenes emprendedores españoles.
He aquí algunos ejemplos de la diplomacia «estilo James Costos» que, obviamente, fue compaginada durante estos últimos 40 meses con la organización de visitas de Estado al más alto nivel a uno y otro lado del Atlántico, con la creciente actividad militar estadounidense de Rota y Morón y con un quehacer diario basado, según sus palabras, en «la transparencia y abriéndonos a todos los sectores de la sociedad española, buscando que se nos recuerde por cómo hicimos las cosas y tratamos a todas las personas».
Frenética fue la misión de James Costos , embajador de EE.UU. hasta el miércoles, quien prevé mantener los lazos personales con España. Sin ir más lejos, tras unas vacaciones en California tiene pensado participar en el próximo Mobile World Congress de Barcelona (a finales de febrero). Asimismo le gustaría ligar de algún modo su futuro laboral a nuestro país.
La diplomacia de Costos –y su pareja Michael Smith– no ha dejado indiferente por su heterodoxia, alejada quizás del viejo canon diplomático pero efectiva por su don de gentes. «El embajador Costos ha demostrado un muy eficaz uso de la creatividad, de los medios digitales, de redes sociales, en definitiva, de la diplomacia pública , y en el uso de las nuevas herramientas de la diplomacia del siglo XXI», destaca Ignacio Ybáñez, secretario de Estado de Asuntos Exteriores, una de las personas del Gobierno que más ha tratado a Costos.
El arte como diplomacia
«Ha sido muy cercano, disponible y ha apoyado a las galerías estadounidenses en ARCO. Convirtió el arte en uno de sus grandes ejes para hacer diplomacia», comenta Carlos Urraz, director de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo. Sin ir más lejos, durante estos últimos tres años y medio su residencia en la Embajada de EE.UU. acogió a gran número de artistas estadounidenses . También abrió los salones a visitas guiadas a través de la iniciativa «Art in Embassies».
«Quizás su momento principal fue nada más aterrizar en nuestro país. En septiembre de 2013, cuando a los pocos días acompañó a los entonces Príncipes de Asturias a su viaje por California y Florida. En aquel itinerario el recién llegado Costos presentó al presidente estadounidense, Barack Obama, a Don Felipe. Además les invitó a su casa de California», añade Carlos Espinosa de los Monteros, alto comisionado del Gobierno para la Marca España quien elogia que «además de defender los intereses de EE.UU. en nuestro país, también se preocupó por dar a conocer España en EE.UU . ».
Gran amante de España antes de su misión diplomática, sorprendió a todos cuando un vídeo de la Embajada de EE.UU. le mostraba junto a su pareja, el diseñador interiorista Michael Smith paseando por la isla de Mallorca y explicando su veneración por la historia de Fray Junípero Serra, franciscano español fundador de nueve misiones en California.
Costos también fomentó la diplomacia tecnológica y cinematográfica . HBO (rodaje de «Juego de Tronos» en una decena de provincias), Netflix, Amazon, Google y tantas otras empresas desembarcaron o ampliaron su presencia en España. David McClure, fundador de un semillero inversor de «startups» con base en Silicon Valley, explica cómo «su influencia fue importante en este punto. La iniciativa INCube, con conferencias de lo mejor del sector, dio muestras de ello. Nos ayudó a visualizar el potencial existente en España».
Embajador también en Andorra , el ministro de Exteriores del Principado, Gilberto Saboya, destaca el nuevo impulso que Costos dio a las relaciones con este país: «Tuvo una gran vertiente empresarial en su mandato. Nos ayudó a impulsar nuestro proyecto con el Massachusets Institute of Techonology».
Quizá uno de sus déficits fue el escaso uso que dio a su pobre castellano. Se espera que el nuevo embajador de Donald Trump ocupe su puesto en el plazo de entre seis y ocho meses. Costos ayer ya no durmió en la Embajada.
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