Grupos extremistas arrojan piedras a los defensores del bilingüismo gallego

La marcha acabó con 10 independentistas detenidos, heridos y daños materiales

Galicia Bilingüe falló en su vaticinio y su concentración pacífica contra la campaña galleguista del bipartito de socialistas y nacionalistas y a favor de la libertad lingüística se convirtió en batalla campal por el intento de los independentistas de boicotearla. Cinco minutos antes del inicio ... del acto, miembros de la plataforma convocante e integrantes de los grupos independentistas NÓS-Up y Briga entablaron un dialéctico.

Con sus rostros camuflados, una cuadrilla de radicales desató una escaramuza aérea, con el lanzamiento de canicas y piedras que provocaron lesiones a algunos de los presentes. Un hombre, del que se supo que era descendiente de Eduardo Pondal, autor del poema que pone letra al himno gallego, apareció con el ojo hinchado, de color violáceo, y la ceja cortada.

«Fascista» se convirtió en el insulto más repetido entre unos y otros, máxime después del primer arresto. Se trataba de Carlos Morais, de 43 años y de NÓS-Unidade Popular. Hubo siete detenidos más en la jornada, todos ellos independentistas veinteañeros.

La marcha, seguida según el cálculo de la Policía por 7.000 personas, arrancó a mediodía, y los antidisturbios cargaron contra los representantes de las organizaciones radicales en repetidas ocasiones. La vigilancia aumentó en el casco viejo, para evitar que los contramanifestantes alcanzasen por vías alternativas el recorrido establecido. Hubo identificaciones, cámaras requisadas, porras, pelotas de goma para disipar a los exaltados, barricadas, petardazos y ultrajes.

Con el «Himno a la Alegría» de Beethoven de fondo, la comitiva contra la imposición idiomática alcanzó la Plaza de la Quintana. Allí, otra vez los fanáticos arrojaron cristales. Un agente recibió un impacto, y la luna del coche patrulla quedó destrozada. Cuando la agresividad se rebajó, Gloria Lago, de Galicia Bilingüe, en un discurso en el que intercaló fragmentos en gallego y castellano, reclamó el bilingüismo y el cese del adoctrinamiento en la enseñanza. «No más libros con estrellas rojas», dijo, en clara alusión a la simbología del BNG.

Al llamamiento acudió el PP (la mujer del secretario general, Alfonso Rueda, y sus dos hijas vieron desde el coche la quema de un contenedor); UPyD, con Rosa Díez, y Ciutadans. Hoy, como ayer, los extremistas saldrán a la calle para exigir la libertad de los suyos.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios