Galicia se moviliza contra Rosa Díez por usar «gallego» como insulto
Feijóo afirma que «no ofende quien quiere, sino quien puede»
Los resbalones lingüísticos de los políticos suelen salir a la luz pública a modo de anécdota y dispersarse durante las jornadas siguientes sin mayores repercuciones. Sin embargo, la ex socialista y actual diputada de Unión Progreso y Democracia, Rosa Díez, demostró en una intervención pública ... el pasado miércoles que la lengua —además de para crear lazos de unión entre todos los que comparten un mismo idioma— puede servir para agraviar a una parte de la ciudadanía. Y es que el adjetivo del que la diputada se valió para descalificar a sus adversarios políticos, tildándolos de «gallegos en el sentido más peyorativo del término», más que como un arma arrojadiza ha sido entendido por los gallegos como una demostración de su ineptitud.
Prueba de ello es que tan sólo unas horas después de las polémicas declaraciones, comenzaron a nacer numerosos grupos en Facebook, Tuenti y demás redes sociales que reclaman que se tomen medidas. Uno de los más concurridos, denominado «Queremos que el Parlamento gallego exija la renuncia de Rosa Díez por racista», no dejó de incremetar sus apoyos ayer. Y no fue el único, decenas de grupos de la más variopinta naturaleza surgieron a raíz de las polémicas declaraciones reaizadas por la vasca en pleno prime time. El número de fans que se unieron a lo largo del día de ayer a alguna de estas reclamaciones virtuales es sólo una demostración de la fuerza social que en los últimos tiempos han logrado adquirir este tipo de recursos electrónicos.
Pero, además de la opinión de los ciudadanos de a pie, en Galicia también fue posible oír la voz de unos políticos que —dejando al margen sus siglas— censuraron con rotundidad este comportamiento. El presidente de la Comunidad gallega, Alberto Núñez Feijóo, zanjó la cuestión echando mano del refranero popular y asegurando que «no ofende quien quiere sino quien puede», al tiempo que apuntó que testimonios de este tipo son «una falta de respeto para la Comunidad y para unos españoles que somos gallegos a mucha honra». En la misma línea se manifestaron los representantes de los dos partidos de la oposición, quienes expresaron su indignación ante el exabrupto. Desde la RAG también hicieron público su malestar ante lo que consideraron producto de una «mentalidad arcaica».
Ante el revuelo montado, a media tarde de ayer Díez se veía obligada a aclarar que no quiso ofender a nadie y subrayó que utilizó ese gentilicio de forma coloquial». Insistió en que ella nunca jamás» lo utiliza «en términos ofensivos» y recordó que en la misma entrevista ella, que es vizcaína, habló de «bilbaínada» en el sentido de «fanfarronada». Sin embargo, los internautas y una buena parte de los cerca de tres millones de personas agraviadas por las palabras de la ex socialista, esperan una disculpa que trascienda las meras excusas y que, de momento, parece no llegar.
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