Una funcionaria de Interior, colaboradora de Rodríguez Menéndez, le ayudó a fugarse
Una funcionaria de Interior, colaboradora de Rodríguez Menéndez, le ayudó a fugarse
El 17 de septiembre el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció en el Congreso que los agentes del DNI y pasaportes podrían acceder a la base de datos de Instituciones Penitenciarias. Era la respuesta al PP sobre las medidas adoptadas por el Gobierno para ... que no se volviera a repetir la «burla» de la fuga del abogado Emilio Rodríguez Menéndez. Detrás de esa reacción inmediata de Interior había unas claves internas y una investigación policial (de la Brigada de Asuntos Internos) y judicial que Rubalcaba no desveló.
Rodríguez Menéndez pudo salir de España durante su primer permiso penitenciario con un carné de identidad y un pasaporte de estreno gracias a dos favorables «circunstancias». Una, pese a estar cumpliendo una pena de nueve años y medio por delito fiscal y violación de la intimidad, no se le había retenido la documentación ni la Policía tenía constancia de que se le hubiera prohibido abandonar España. No hubo ninguna comunicación judicial expresa que impidiera expedirle un pasaporte legalmente, según fuentes próximas a la investigación.
Documentación boliviana
Ni la Audiencia de Madrid que le condenó por delito fiscal ni el juez de Vigilancia Penitenciaria de La Coruña, Javier San Claudio Piñón, que le concedió un permiso de cuatro días cumplieron el trámite, de forma que en las bases de datos policiales no constaba ninguna prohibición. Su condena sí está inscrita en el Registro Central de Penados y Rebeldes, que depende de Justicia.
Tras esa falta de diligencia, que el escurridizo letrado debía de conocer, salió el 18 de agosto de la cárcel coruñesa de Teixeiro con un permiso que le concedió el citado juez de Vigilancia Penitenciaria, en contra del criterio de Prisiones. Al día siguiente Menéndez se plantó en la comisaría madrileña de Santa Engracia y de allí salió con un lustroso carné de identidad y un pasaporte que le abría las puertas a la recobrada libertad.
Esa fue la segunda circunstancia favorable. En esa comisaría trabaja una colaboradora del abogado, una administrativa, funcionaria del Ministerio del Interior, que fue la persona que le hizo la documentación casi en el acto, según las fuentes consultadas. «No pidió cita previa, sólo tuvo que esperar un rato a que faltase alguno de los que ya la tenían solicitada para colarlo». La funcionaria ha realizado «trabajos» esporádicos para el abogado vinculados a su despacho profesional -no se sabe aún en calidad de qué- y la relación viene de antaño. No obstante, de momento no está acusada de ningún delito, dado que como se ha dicho no existía la prohibición de expedirle pasaporte. La vinculación entre ambos sigue investigándose y el viernes el propio Rubalcaba admitió que se sabía quién era la persona que le había ayudado a evadirse aunque apeló a la investigación judicial.
La administrativa no encontró en la base de datos nada que le indicara que Menéndez no podía abandonar el país porque cuando se le detuvo en mayo de 2006 en Salamanca, tras otro año prófugo de la Justicia, portaba documentación falsa boliviana. La auténtica se le intervino en julio de 2005 en Argentina por orden de una juez de aquel país, que le dejó en libertad horas más tarde y le concedió un año más campando a sus anchas. Después ningún juez cayó en la cuenta de que no se le habían incluido las medidas cautelares habituales en estos casos, un resquicio que el letrado rumió y aprovechó con su característica «profesionalidad». La pirueta, pues, fue perfecta y una vez más favorecio al letrado.
Tras casi dos meses de evasión y miles de kilómetros recorridos, el prófugo está ya a buen recaudo en la prisión bonaerense de Devoto a la espera de ser extraditado. El juez argentino Marcelo Martínez de Giorgi ha considerado, al contrario que el de Vigilancia Penitenciaria de La Coruña, que existe peligro de fuga y no ha tenido en cuenta los problemas cardiacos alegados por Menéndez para pedir su libertad.
La parte más compleja, la detención está cumplida, pero aún quedan muchos puntos por esclarecer. Interior mantiene una reserva absoluta sobre la investigación interna abierta por la expedición del pasaporte; además está en marcha una investigación judicial. La persona que le facilitó los documentos no ha sido detenida aunque no se descarta que pueda serlo o al menos se le tome declaración, según las fuentes consultadas. La Fiscalía del TSJ de Galicia acusará al letrado de un delito de quebrantamiento de condena y pedirá que sea juzgado.
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