Fracasa el Plan de Convivencia de Navarra por la negativa de Bildu a condenar a ETA

Esta iniciativa se sometió a votación en la Comisión de Relaciones Ciudadanas del Parlamento navarro, después de que los distintos grupos políticos formularan sus respectivas propuestas. Una de ellas es la que provocó que Bildu se desmarcara, concretamente una planteada por Navarra Suma , la coalición con la que se presentaron Unión del Pueblo Navarro (UPN), PP y Ciudadanos a las últimas elecciones en esta comunidad.

Esta coalición propuso que ese Plan de Convivencia exija una condena clara de ETA y rechazar acuerdos con partidos que no la asuman pública y explícitamente. En ese punto, el Partido Socialista de Navarra (PSN) intentó salvar la votación proponiendo un texto sobre la «necesidad de condenar cualquier tipo de terrorismo y específicamente el de ETA por parte de todas las fuerzas políticas».

Sin embargo, esa enmienda socialista no incluía la segunda parte de la propuesta de Navarra Suma, la de no pactar con partidos que no asuman esa condena de ETA. Entre otras cosas porque el propio Partido Socialista y Chivite se hicieron con el Gobierno navarro gracias al apoyo de Bildu , que sigue sin condenar a la banda terrorista.

Y eso provocó que Bildu votara en contra de todo el plan y que Navarra Suma, aunque sí ha apoyado esta enmienda socialista sobre su propia propuesta, la considere insuficiente y, en consecuencia, tampoco lo apoya íntegramente. Así, la iniciativa contó con el voto favorable e insuficiente del PSN y los otros partidos que respaldan a Chivite, como Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra, la marca navarra de IU.

Para el presidente de UPN, Javier Esparza, «queda claro que Chivite se sustenta en una formación incapaz de condenar a ETA» y añade que «ya habíamos advertido que es imposible mejorar la convivencia en Navarra de la mano de Bildu y hoy se ha evidenciado».

Según Esparza, «se demuestra que, cuando Chivite decía que EH Bildu estaba dando pasos, no era cierto». El presidente de UPN recuerda que «hace unas semanas vimos cómo Bildu incorporaba a la dirección estratégica al último jefe de ETA, David Pla. Hoy hemos visto cómo sigue negándose a condenar a ETA. Por eso no se les puede normalizar ni blanquear como pretende el Partido Socialista».