José y su mujer son voluntarios de Cruz Roja desde hace 31 años y sus dos hijas siguen los mismos pasos. Hace unas semanas sus padres dieron positivo por coronavirus, por lo que tuvieron que distanciarse de ellos. Para ello, peor que la enfermedad ha ... sido la impotencia de no poder ayudar a sus compañeros. Ya recuperados y en familia vuelven con más fuerza que nunca a atender las necesidades básicas de quienes se encuentran en peores condiciones y para mejorar la vida de los más vulnerables. Los voluntarios también son héroes en esta terrible pandemia.-Redacción-
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