El «etarra de la bicicleta» era el jefe de quince terroristas, siete de ellos huidos

Los huidos son Javier Atristain Gorosabel «Golfo»; Ekiñe Eizaguirre Zubiaurre «Kattalin»; Jone Lozano Miranda y Eider Zurriarain Mendiguren. Esta última ayudó a Beobide a huir a Burdeos en 2009. A los otros tres los investigadores los consideran los jefes de los tres «taldes» dinamizados por «Manex» por encargo de la dirección de la banda. Jone Lozano es, según fuentes de la investigación, la novia de Jon Rosales Palenzuela, detenido la semana pasada en Camprodon (Gerona) junto a Adur Aristegi Aragon cuando intentaban pasar a Francia. Éste último cayó tras la desarticulación del comando «Askatasun Haizea» en julio de 2008.

Beobide recibió la orden de crear estos tres grupos durante una reunión en Francia a mediados del año pasado. Se la dio directamente uno de los supuestos cabecillas del aparato militar: Miguel De Kabikoitz Carrera Sarobe, alias «Ata», quien le proporcionó la dirección de un domicilio en Hernani donde tenía que alojarse.

Cruzó hace 7 meses

Tras esa cita Arkaitz Aguirregabiria le traslada a la localidad francesa de Lescun y desde allí «Manex» pasa la frontera hasta la localidad guipuzcoana a pie. Tardó una semana, cargando con un saco de dormir, un ordenador, 6.000 euros y una pistola. En Hernani se refugia durante un par de meses en la casa de Juan María Maizcurrena, también detenido en la operación de la semana pasada, junto al matrimonio formado por Josune Balda y José Camacho, dueños de la segunda vivienda que ocupó el etarra.

Desde entonces y hasta su detención el pasado día 13 Beobide se había dedicado a coordinar los tres «taldes», que almacenaban armas y al menos 150 kilos de explosivos (amonal, cloratita, detonadores, cordón detonante y pentrita) para atentar «en cualquier momento», según el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. La Guardia Civil lleva días buscando el explosivo sin resultado por lo que hoy seguirá el rastreo con la ayuda de Beobide que ha sido trasladado en las últimas horas desde la cárcel de Soto del Real hasta el País Vasco, según fuentes de la investigación. Los agentes buscan cinco «zulos»: dos en Hernani y tres en el monte Gorbea.

El «etarra de la bicicleta» que intentó autolesionarse al ser detenido se ha rebelado como el líder de una completa infraestructura pese a la apariencia inicial. Se le atribuyen siete atentados entre abril y mayo de 2008: los cuatro que tuvieron lugar ese verano en diversos puntos de Cantabria, el del artefacto colocado en la Casa del Pueblo de La Peña en Bilbao; la bomba colocada en «El Correo» y el coche-bomba cargado con 90 kg de amonitol que ETA hizo estallar frente a la sede de la televisión vasca EITB.

Para perpetrar el atentado los terroristas robaron una furgoneta, pero antes habían intentado sustraer otro vehículo en la zona del Consorcio de Aguas de Bilbao. El conductor se resistió hasta tal punto que logró escapar al robo y a su propio secuestro y atropelló a uno de los terroristas.

Abortado un secuestro

El coche-bomba fue colocado por el comando «Basakatu», que fue creado por Ibai Beobide a comienzos de 2008. Éste, según fuentes de la investigación, fue captado por ETA a finales de 2007 por medio de una carta enviada a su domicilio. En ella se le citaba en Francia para un cursillo sobre manejo de armas y explosivos.

Beobide acepta y se traslada a Saint Marie de Campan en cuyo cementerio le recogen dos mujeres. A los tres días se le dio el «título» de experto en armas y explosivos y se le propuso formar un «talde» de «legales», que tendría como misión recopilar informaciónes sobre la EITB, el periódico «El Correo», miembros de la Policía autónoma vasca y escoltas.

Ibai Beobide capta para el «comando» a Iztiar Moreno «Hodei» y ésta a su vez a Oihana Mardarás Orueta «Leia», quien fue detenida en Francia el pasado julio tras sufrir un accidente de tráfico en un coche robado. A finales de 2008 ETA les entrega en Francia revólveres y explosivos, pero tras el atentado contra la EITB detectan seguimientos policiales y se esconden por separado. Vuelven a encontrarse en Francia esa primavera y tienen una cita con los jefes de ETA Jurdan Martitegui e Iratxe Yáñez Ortiz de Barron «Amaia». Es el último paso antes de regresar al País Vasco y preparar la nueva ofensiva, ahora abortada.