Espías con carné del PNV
PP y PSE creen que los dosieres hallados en poder de un alto cargo del PNV son solo la «punta del iceberg» de una red que presuntamente les espió con ayuda de varios ertzainas
La política alavesa lleva camino de convertirse en carne de cañón de los mejores autores de novela policíaca. ¿Tuvo el PNV a su servicio a agentes de la unidad antiterrorista de la Ertzaintza encargados de investigar a sus rivales políticos en Álava? ¿Recabaron información de ... la vida privada de cargos del PP y del PSE para perjudicarles políticamente o eran simples chascarrillos de batxoki que iban a parar a un cajón?
Inquietantes incógnitas a las que trata de dar respuesta la investigación judicial en curso, iniciada en marzo de 2010 por un presunto caso de corruptelas y cobro de comisiones urbanísticas que apuntó al núcleo duro del PNV alavés y que condujo al juez hasta la supuesta red de espionaje. Las pesquisas se centran en seis archivos hallados en el ordenador de Aitor Tellería, número dos del PNV en Álava, quien ha declarado que su partido le mandó investigar los «anónimos» sobre sus rivales políticos que llegaban a la sede provincial.
Según ha podido corroborar ABC, los documentos contienen datos de la vida privada o empresarial de una veintena de personalidades alavesas, entre políticos del PP y del PSE, industriales y supuestos agentes del CNI. El centro incluso llegó a temer que, en el transcurso de la investigación, se revelara la identidad de sus hombres en el País Vasco.
El juez trata ahora de esclarecer si esa información le fue suministrada a Tellería por agentes de la Unidad de Información y Análisis (UIA). Dos de ellos, que responderían a los sobrenombres de «Axier» y «Karlitos», están imputados en la causa. Se da la circunstancia de que ambos agentes (el segundo, militante del PNV) mantuvieron con Tellería una comunicación telefónica fluida en el momento en que se elaboraron los seis archivos de ordenador (primer semestre de 2008), creados con sus alias. A los tres se les imputa un presunto delito de violación de secretos y de infidelidad en la custodia de documentos.
«Seguir informando»
Una de las fichas incautadas afecta a Santiago Abascal, juntero del PP alavés. Sobre él se dicen cosas como «es del PP ha tope (sic), odia todo lo que huela a nacionalismo y dice perrerías de los nacionalistas». También hay referencias a dirigentes socialistas como el actual alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz, y el líder del PSE en la provincia, Txarli Prieto, así como de la organización afín a la Guardia Civil Marqués de las Amarillas y de los Reales Tercios.
En el sumario consta además que uno de los agentes encomendó a un supuesto confidente «seguir informando de las actividades del PP en Vitoria». El juez ha revisado todos los odenadores de esa brigada para averiguar si hay más agentes implicados. Una comisión de investigación en la Cámara vasca también trata de poner algo de luz al caso, por el que PP y PSE han exigido al presidente del PNV, que sea «condundente» con los cargos implicados. Estos han tardado diez meses en devolver sus carnés, en claro desafío al liderazgo de Iñigo Urkullu. El PP ha llegado a comparar el caso como una «Gestapo» al servicio del nacionalismo y ha pedido la dimisión de toda la cúpula del PNV en Álava. «No detenían a terroristas porque nos seguían a nosotros», denunciaron. PP y PSE creen que lo hallado hasta el momento es solo la «punta del iceberg».
En Sabin Etxea nigan cualquier vinculación con la presunta trama, pero son conscientes de la factura política que puede acarrearles este episodio a solo cuatro meses de las elecciones locales. Al contraataque, el PNV se ha querellado contra Javier de Andrés, candidato del PP a la Diputación de alavesa y ha pedido además que el diretor del CNI asista al Congreso para aclarar supuestos seguimientos al ex lendakari Ibarretxe.
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