Eduardo de Castro, presidente de Melilla: «Entrar en la OTAN reforzaría nuestra seguridad»

Por eso, De Castro muestra cierto recelo ante los pasos que pueda dar el régimen alauí, vista la experiencia: «Se han hecho muchos acuerdos y se los saltan cuando quieren. Hay que abrir la frontera y nos tenemos que llevar bien, sin que nos asfixien ni nos pongan impedimentos». «Hay esperanza, pero cuando lo vea lo creeré», explica el presidente de Melilla. Desea que las nuevas relaciones sean fructíferas, porque «no se puede vivir bajo la bota de Marruecos » .

«No somos sus enemigos», remarca, y advierte que «entrar en la OTAN nos podría ayudar para reforzar nuestra seguridad y nuestra defensa. Podemos estar, aunque a Marruecos no le guste» , señala De Castro. Afirma que, pese a ser una excepción en el tratado de adhesión a la OTAN, la ciudad está asegurada porque es parte de España, y Europa ha dejado claro que también es parte de la Unión Europea, aunque esté en suelo africano.

En este sentido, afea al reino magrebí agravios históricos contra Melilla como el cierre de aduana . «Rompió de forma unilateral un acuerdo de 1866», rememora De Castro, mientras señala que el cierre de la frontera por la pandemia en 2020 supuso un golpe más a la economía melillense. «Ha tratado de asfixiarnos económicamente», asevera, y recuerda que Marruecos no acepta que las empresas de Melilla asentadas en Málaga comercien en su país o no reconoce la documentación que no sea marroquí.

Pide que vuelva el tránsito de mercancías a la frontera, pero que no lo haga de cualquier forma. «El comercio atípico se cortó, en eso estoy de acuerdo, no se puede permitir la explotación laboral que genera en casos como las porteadoras», señala Eduardo de Castro. A su juicio, cortar estas actividades económicas deben garantizar la paz social a ambos lados de la verja .

El presidente de Melilla no teme por un ataque a la soberanía de España sobre la ciudad. «Marruecos siempre ha tenido esos planteamientos, pero sabe que no va a ser, no somos una colonia ni nada que se le parezca, no hay ninguna duda histórica sobre eso. Siempre ha existido esa tensión, pero no va a ningún lado», afirma De Castro.