Doña Sofía mantiene la actividad y la asignación anual

Lo cierto es que el caso de las fundaciones opacas ha estallado en el momento más apacible que vivían Don Juan Carlos y Doña Sofía desde hacía años, tras la irrupción desestabilizadora de Corinna Larsen en la vida del anterior Monarca. Y es que cuando desapareció esta mujer del entorno de Don Juan Carlos, el matrimonio recuperó la sintonía, como se podía apreciar en los diversos actos a los que asistían juntos, hasta que Don Juan Carlos se retiró de la vida pública el 2 de junio del año pasado.

En esta nueva etapa, tras la ruptura de Don Felipe con su padre, Doña Sofía seguirá representando ocasionalmente a la Familia Real, como hizo el pasado 6 de marzo cuando cumplió con la tradición de visitar al Jesús de Medinaceli. Aunque, a medida que pasa el tiempo, la actividad pública de la Reina madre ha ido disminuyendo , lo cierto es que Doña Sofía sigue haciendo prácticamente lo mismo en su vida privada. «Tengo 81 años, pero una mente de 50», afirmó recientemente a ABC. Y añadió que le «gustaría hacer más cosas», pero la edad la frena, «aunque me encuentro muy bien». Y es que una de las frases que repite es que «uno nunca se jubila de la actitud».

Hija, hermana, esposa, sobrina, nieta y madre de Reyes, Doña Sofía no sabe vivir de otra manera y, aunque ahora no asista a las grandes ceremonias del Estado -solo sigue acudiendo a la entrega de los premios Princesa de Asturias-, continúa yendo a muchos actos sencillos. La única diferencia es que ahora lo hace de forma privada y la mayor parte de sus actividades no figuran en la agenda de la Familia Real que Zarzuela envía todas las semanas a los medios de comunicación.

Reina vocacional, la vida privada de Doña Sofía es muy parecida a la pública, aunque ahora dispone de más tiempo que antes para dedicarse a lo que más le gusta: la labor solidaria. Una tarea que canaliza a través de la Fundación Reina Sofía, creada hace más cuarenta años con un pequeño capital privado aportado por ella misma -nunca ha dicho cuánto- y que ayuda a aliviar el sufrimiento de los más vulnerables.

Desde hace un tiempo, Doña Sofía está especialmente ilusionada en un nuevo proyecto, que es la limpieza de los oceános, algo que hace en colaboración conSEO/BirdLife y Ecoembes. Su objetivo es concienciar sobre este problema y, cuando pase la epidemia del coronavirus, volverá a ponerse manos a la obra.