La «doctrina Parot» demora en una década la inminente excarcelación de 19 etarras
ETA «diseña» una campaña contra la «cadena perpetua» para paliar la desmoralización de sus reclusos
La «doctrina Parot» demora en una década la inminente excarcelación de 19 etarras
Un total de diecinueve presos de ETA, que tenían previsto recuperar su libertad a lo largo de 2009, van a ver aplazada su excarcelación en algunos casos hasta más de una decena de años como consecuencia de la aplicación de la «doctrina Parot». La banda ... terrorista acusa cada vez en mayor grado esta medida penitenciaria porque contribuye a la creciente desmoralización de sus reclusos. Por ello ha instado a la ilegal Askatasuna a que intensifique las campañas en contra de la «cadena perpetua» para dejar claro a los «represaliados» y familiares que «en esta lucha no están solos».
Entre los etarras afectados este año por la «doctrina Parot» figuran José Ramón Martínez de la Fuente, «Joserra», y Juan José Legorburu Guederiaga, «Txindoki», que coincidieron en el «comando Nafarroa» en su etapa más sanguinaria, cuando lo dirigía Mercedes Galdós, «Bittori» que, desde hace tres años, disfruta de la libertad. Sólo entre 1981 y 1985 el «Nafarroa» integrado por estos individuos asesinó a once personas, entre militares, guardias civiles y policías, además del niño Alfredo Aguirre.
De Herri Batasuna
Martínez de la Fuente iba a salir de la cárcel de Topas el pasado 1 de enero. Pero gracias a la «doctrina Parot» su compañera sentimental, la cruel «Bittori», tendrá que guardar ausencia hasta el 20 de mayo de 2020. Por su parte, «Txindoki», que en un principio tenía fijada su fecha de excarcelación para el próximo 2 de abril, permanecerá entre rejas hasta el 16 de marzo de 2016.
A otro «comando» con base en Navarra, denominado «Amaiur», pertenecieron el ex secretario de organización de Herri Batasuna en ese territorio, Juan Carlos Pérez Ojuel, y Bautista Barandalla Iriarte. Este último, según la asociación de familiares de presos de ETA, Etxerat, lleva años en estado crítico como consecuencia de varias dolencias. Hasta el punto de que lo utilizan como emblema para exigir la excarcelación de los reclusos etarras enfermos. El 17 de octubre de 1987 el grupo de Barandalla y Pérez Ojuel asesinó con una bomba a la anciana Mari Cruz Yoldi, que se ganaba la vida como vendedora de periódicos en el centro de Pamplona. El «comando» fue desarticulado cuando se disponía a matar a una persona acusada, sin pruebas, de ser narcotraficante. Barandalla iba a ser excarcelado el próximo 30 de junio, pero su permanencia en la cárcel se alargará, de forma sensible, hasta el 12 de septiembre de 2020. Pérez Ojuel tenía previsto salir el 28 de julio de este año, pero no lo hará hasta el 16 de noviembre de 2022.
Otro afectado es Ignacio Pujana Alberdi, «Alain Delon», antiguo responsable de la adquisición de armas en el mercado negro internacional y, posteriormente, jefe de los «comandos» entre 1985 y 1987 hasta que en diciembre de ese año fue detenido en el sur de Francia. Extraditado en octubre de 1991, se le relaciona con el asesinato del industrial Ramiro Salazar, el ametrallamiento del cuartel de la Guardia Civil en Durango, el atraco a una sucursal bancaria y la colocación de cinco artefactos explosivos a concesionarios de automóviles de marcas francesas. El sustituto de «Santi Potros» al frente de los «comandos» tenía previsto recuperar la libertad el próximo 30 de octubre, pero no lo logrará hasta el 28 de septiembre de 2021.
Ignacio Urdiaín Cirizar pensaba pisar a la calle el 9 de octubre de 2009, pero tendrá tiempo de aprender idiomas en prisión hasta el 4 de abril de 2018. Ello porque purga sus penas por haber pertenecido al «comando Gohierri Kosta» cuando, en su etapa más bárbara entre las bárbaras, la componían también José Antonio López Ruiz, «Kubati», y José Miguel Latasa Guetaria «Fermín», autores, entre otras salvajadas, del asesinato de «Yoyes» en presencia de su hijo de corta edad, y del atentado que costó la vida al gobernador militar de Guipúzcoa, el general Garrido, su esposa, un hijo y una inmigrante portuguesa que «pasaba por allí».
Al «comando Gohierri Kosta» que sucedió al de «Kubati» pertenecía María Josefa Uzkudun Etxenagusía, arrestada en febrero de 1991. Pese a la efímera existencia del «talde» de Uzkudun, desarticulado en febrero de 1991, en su siniestro haber se incluyen dos ataques con lanzagranadas contra las casas cuartel de la Guardia Civil en Deva y Zarauz. En este último resultó con heridas en la cabeza un bebé. También colocó en la autopista Bilbao-Behobia un coche bomba con 50 kilos de amosal y otros 50 de metralla. María Josefa Uzkudun iba a salir de prisión el próximo 27 de agosto, pero seguirá perteneciendo al colectivo de «presos políticos vascos» hasta el 5 de febrero de 2021.
Pasó por Uruguay
Luis María Lizarralde tiene elevadas condenas por su participación en seis asesinatos y varios intentos frustrados. Tras varios años de plácida residencia en Uruguay, el 25 de agosto de 1994 fue extraditado a España junto a otros dos pistoleros. Lizarralde creía que iba a recobrar la libertad el 26 de noviembre de 2009, pero no lo conseguirá hasta el 9 de mayo de 2022.
José María Sagarduy Moja, «Gatza», que tenía previsto salir de la cárcel el próximo 30 de agosto, será excarcelado el 13 de abril de 2011. No le falta mucho, pero es el preso que más tiempo lleva en prisión, 29 años. Condenado, entre otros delitos, por el asesinato de un policía local en Guernica, ha protagonizado numerosos incidentes en prisión e incluso un intento de fuga que fue frustrado por los funcionarios.
Maitane Sagastume Arrieta que, como integrante del «comando Ipar Haizea», participó en un atentado que dejó sin piernas a un joven a quien la banda acusaba de narcotraficante, es otra de las afectadas este año por la «doctrina Parot». Tenía previsto recobrar la libertad el próximo 26 de julio, pero no lo conseguirá hasta el 12 de agosto de 2021. Al mismo «comando» perteneció Miguel Turriente Ramírez, que en lugar de ser excarcelado el próximo 10 de abril, lo será el 19 de diciembre de 2016.
Otro recluso, Juan Igarataundi Peñagarikano, que confiaba en salir el 9 de mayo de este año con la trampa de las redenciones, permanecerá entre rejas hasta el 6 de junio de 2017. Similar suerte correrá el interno Nicolás Francisco Rodríguez que en vez de ser excarcelado el próximo 26 de mayo, lo será el 12 de mayo, pero de 2017.
Juan Manuel Píriz López, «Mungi», fue detenido el 16 de febrero de 1984 en una operación en la que resultó herido por oponer resistencia y falleció otro integrante del «comando», Iñaki Ojeda. Hubiera salido el pasado 8 de marzo, pero no lo hará hasta el 7 de febrero de 2.014.
Impuesto revolucionario
Icíar Martínez Sustatxa, que fue colaboradora del «comando Vizcaya» del sanguinario «Gadafi» que, entre otros, asesinó al niño de dos años Fabio Moreno, iba a recuperar la libertad el próximo 4 de junio. Pero gracias a la «doctrina Parot» no lo hará hasta el 25 de agosto del año 2.021. José Carlos Apestegía Jaca, integrante de la red de cobro del «impuesto revolucionario» desmantelada por la Ertzaintza en 1992, confiaba en salir el próximo 15 de octubre. Lo hará el 22 de enero de 2.019.
Jesús Díaz de Heredia Ruiz de Arbulu tenía fijada la fecha de excarcelación para el próximo 15 de octubre, pero se le demora hasta el 19 de febrero de 2.016. Joaquín Uraín Larrañaga perteneció a un «comando Vizcaya» que asesinó a cuatro personas y secuestró al directivo del Athletic de Bilbao Juan Pedro Guzmán. Estaba prevista su excarcelación para el próximo 29 de agosto. Sin embargo, saldrá el 10 de enero de 2.016. Joaquín Sancho Biurrun, que iba a ser excarcelado el 8 de diciembre de este año, alargará su condena hasta el 16 de agosto de 2.019.
Estos diecinueve etarras se suman a la treintena de reclusos que ya se habían visto afectados por la «doctrina Parot» desde que comenzó a aplicarse en 2.006.
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