Detenida la funcionaria que trabajó para Rodríguez Menéndez

Los agentes han detenido a Ana Loreto Alonso, la funcionaria del Ministerio del Interior que le ayudó a huir y que trabajaba esporádicamente para él, como adelantó ABC. Alonso es funcionaria del cuerpo auxiliar. Está adscrita en la actualidad a la comisaría de Moncloa-Aravaca, si bien lleva enlazando bajas laborales desde el año 1999, según fuentes de la investigación.

Tal y como ha reconocido en su declaración, la ahora imputada se presentó en la comisaría de la calle Santa Engracia de Madrid junto al abogado, que acababa de obtener su primer permiso penitenciario, y se identificó como «funcionaria compañera» para que Rodríguez Menéndez pudiera conseguir su pasaporte y su DNI sin cita previa. Con esos documentos en la mano ya tenía el pasaporte a la libertad. Ana Loreto Alonso ha trabajado puntualmente en los dos despachos del letrado (en la calle Orense y en la del General Perón), en calidad de secretaria, según informó ayer el Ministerio del Interior. Por supuesto no existía ninguna relación contractual por escrito con el bufete, dada su condición de funcionaria.

En prisión hace 9 años

La ahora detenida, que ha quedado en libertad con cargos, ya se vio involucrada en una investigación de documentación falsificada en el año 1999 y pasó varios días en una prisión de Barcelona. El segundo arrestado es Daniel Maristany Ruiz, chófer, guardaespaldas y «chico para todo» de Menéndez. Se le acusa de conducir el coche hasta Francia en el que huyó su jefe y su mujer, Vanessa Palomar. Maristany ha reconocido que le ayudó a fugarse; acompañó a la pareja en tren hasta Barcelona y luego condujo hasta la frontera francesa, aconsejó a Menéndez por dónde cruzar y les proporcionó cobertura en todo momento. Acabaron en la localidad francesa de Toulouse y allí sus caminos se separaron.

El matrimonio voló hasta París y desde allí a Sao Paulo (Brasil) y el fiel Maristany se volvió a España, donde ha sido detenido por agentes de la Udyco de la Comisaría General de Policía Judicial. Menéndez mostró su sorpresa cuando le detuvieron en Buenos Aires por cómo habían logrado llegar hasta él -no utilizó tarjetas de crédito, ni cheques ni nada que dejara rastro-. La primera pista, la de Toulouse, la proporcionó de forma involuntaria el escolta Maristany, que pagó la gasolina del coche que les llevó hasta Francia con su tarjeta de crédito. Ahí estaba la respuesta, porque el jefe y él no se separan a menos que sea cuestión de vida o muerte.