El Rey defiende la disciplina fiscal y las reformas para crear empleo en la UE
Don Juan Carlos recibe en el Palacio Real al cuerpo diplomático, que ensalza su «discreción» y «autoridad moral»
El Rey ha defendido este miércoles la disciplina fiscal y las reformas estructurales como ingredientes necesarios en la receta que debería permitir crecer y crear empleo en la Unión Europea.
«España cree que la solución de los problemas que afectan a la Unión ... solo podrá venir del refuerzo de la gobernanza económica, la disciplina fiscal, la coordinación de políticas económicas, las reformas estructurales y los instrumentos de estabilización financiera, que nos devuelvan a la senda del crecimiento económico y a la creación de empleo», ha afirmado.
Así se ha expresado ante los embajadores de países y organismos internacionales durante la tradicional recepción al cuerpo diplomático en el Palacio Real. A ellos les ha expresado el interés de España de «seguir llenando de contenido económico las excelentes relaciones que mantiene» con los países a los que representan.
A pesar de las «restricciones presupuestarias» a los que el contexto económico «obliga», España «continuará privilegiando la erradicación de la pobreza, la seguridad alimentaria y la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio"», ha garantizado Don Juan Carlos.
También ha hecho «votos» por la «pronta liberación» de los cuatro cooperantes españoles secuestrados en octubre pasado en Kenia y los campamentos de refugiados saharuis en Tinduf.
Frattini ensalza la «autoridad moral» del Rey
El nuncio del Vaticano en España, Enzo Frattini, ensalzó la «discreción» y la «autoridad moral» que siempre han caracterizado al Rey, «uno de los mejores logros de la democracia» española.
En calidad de decano de los embajadores extranjeros, Frattini ofreció a Don Juan Carlos «colaboración y apoyo incondicional», se declaró solidario con su mensaje navideño y su apuesta por responder a los desafíos con «realismo y generosidad» y primando la lucha contra el desempleo.
En su intervención, el nuncio abogó por la «feliz superación de las actuales dificultades económicas », que enmarcó en una situación «globalizada» y, pese a la cual, destacó que España sigue disfrutando de «altas cotas de paz y prosperidad y progreso social», un diagnóstico corroborado en el extranjero por los millones de turistas que la visitan cada año.
Por último, se hizo eco del mensaje navideño del Papa Benedicto XVI, a quien representa en España, subrayando la necesidad de educar a los jóvenes en la justicia y la paz y denunciando el problema de la libertad religiosa, que a su juicio es «el primer derecho del hombre pero que con demasiada frecuencia se sigue limitando y violando».
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