Covite insta a Macron a condenar la instalación en suelo francés de un monolito en honor a ETA

Consuelo Ordóñez explica a Macron que su «indignación» se cimenta en dos aspectos: el primero que el monumento «rememora una falsedad, ya que la lucha antiterrorista gala ha puesto de manifiesto que el desarme de ETA fue falso», y el segundo, que la obra representa un hacha que, aunque invertida, «hace alusión directa al símbolo que históricamente ha representado a ETA: el hacha y la serpiente».

Critica además que la instalación del monolito del artista Koldobika Jauregi estuviera «amparada e impulsada» por cargos electos franceses, encabezados por el alcalde de Bayona. En su carta, Ordóñez asegura que en las últimas semanas «Francia ha dado al mundo un ejemplo de cómo se honra a las víctimas del terrorismo» en el funeral de Estado por el gendarme Arnaud Beltrame, muerto en un ataque terrorista.

Recuerda a Macron que en ese funeral, él trasladó el «potente mensaje» de que la actuación del militar conjuró «el espíritu de renuncia y de indiferencia que a veces nos amenaza y mostró que el fundamento vivo de la República es la fuerza del alma».

«Sin embargo, ha sido precisamente la indiferencia hacia las víctimas la que ha presidido la instalación del monolito», lamenta Ordóñez, quien explica a Macron que en el acto de inauguración «no se hizo mención a los damnificados, ni se exigió una condena clara del terrorismo a aquellos que lo siguen justificando». En este contexto, Ordóñez se pregunta si ante una «eventual derrota de Daesh, el Gobierno francés conmemoraría su final utilizando la bandera que ha representado a los terroristas y que simbolizará siempre los crímenes cometidos».

Ordóñez recuerda a Macron la «omniosa historia criminal» de ETA con «miles de heridos» y «más de 800 personas asesinadas, la última de ellas el gendarme francés Jean-Serge Nèrin».