Condenado por retener a su madre y obligarla a comerse lo que ella le había preparado

Los hechos tuvieron lugar a finales del pasado mes de abril. El procesado, de 37 años, llamó a su madre y le dijo que fuera a su casa, ubicada en Torremolinos, ya que se encontraba indispuesto . Ella relató a los agentes tras lo ocurrido que su hijo sufría problemas de adicción y que desde hace años tenía conflictos con él.

Sin embargo, fue a la casa. Unos días después, tras salir de la vivienda para hacer unos recados, su hijo la recibió con una gran agresividad obligándola a comerse la comida que ella había preparado para él. Era solo el inicio del calvario que iba a pasar esta mujer.

Y es que, tras ello, le requirió con fuerza que se sentase en una silla, donde comenzó a golpearla con los brazos y las piernas. Le exigía que le entregara 25 euros y le aseguraba que, si no lo hacía, se quedaría en la vivienda secuestrada.

Más tarde salieron del domicilio. Siempre según se recoge en la sentencia, el procesado llevó a su madre, que estaba aterrorizada, hasta un establecimiento, donde la obligó a comprarle cervezas , para luego regresar a la casa y volver a sentarla en la silla para seguir golpeándola. También le hacía gestos de que iba a estrangularla.

Por la fuerza, impidió que su madre pudiera abandonar la vivienda, en la que llegó a pasar 14 horas pese a su deseo de huir . En ese tiempo, el procesado se dirigió a ella con un cuchillo de 22 centímetros de hoja y, tras acercárselo a la cara, le dijo que fuera a tirarse por la ventana. «Vete a la terraza, yo te ayudo a que te tires y luego me tiro yo», afirmó.

Todo acabó al entrar la madrugada. Fue entonces, sobre las 01.15 horas, cuando la mujer aprovechó que su hijo se había quedado dormido para salir de la casa y llamar a una de sus hijas, a la que le pidió que fuera a rescatarla.

Son unos hechos que han llevado a los magistrados de la Sección Novena de la Audiencia Provincial a condenar al procesado por los delitos de detención ilegal, amenazas y uno leve de lesiones . Además, han aplicado la agravante mixta de parentesco y la atenuante de drogadicción.

Por ello, le han impuesto la citada pena de prisión, así como una multa de 270 euros y la prohibición de acercarse a su madre a una distancia inferior de 500 metros durante seis años.