Coches de lujo en época de crisis

Ahorrar en tiempos de crisis parece un comportamiento lógico. Pero no todos lo hacen en la Administración. De hecho, los ejemplos son variados, desde alcaldes que utilizan para uso oficial coches como los que emplea el mismísimo Nicolas Sarkozy, hasta presidentes autonómicos que no dudan ... en pagar con el dinero de los contribuyentes hasta 480.000 euros, una cantidad equivalente al sueldo íntegro de 25 familias gallegas, como es el caso del coche adquirido por Emilio Pérez Touriño.

Precisamente en Galicia, los altos cargos y el personal de la Administración autonómica tienen a su disposición 355 coches oficiales, que suponen al erario público un total de 166.157 euros cada mes, cifra que incluye gastos de combustible, seguros, reparación y mantenimiento. Según datos de la propia Consejería de Presidencia gallega, estos coches consumen 2.230 euros cada día en combustible, a pesar de que la Xunta redujo esta cifra sacando a concurso el suministro del carburante.

«Ahorro» de 16.500 euros

El nuevo contrato permitió un ahorro de 16.500 euros anuales pero, aún así, el gasto en gasóleo para llenar los depósitos de estos coches alcanzó los 814.021 euros el año pasado. A esto hay que sumar 579.665 euros anuales en seguros y 600.201 en mantenimiento y conservación, lo que supone una media de 1.760 euros por vehículo. A pesar de estas cifras en tiempos de crisis, la Xunta asegura que ha conseguido un ahorro del 38 por ciento en el cambio y reparación de neumáticos. Algo es algo.

El presidente gallego es el alto cargo que más vehículos tiene a su disposición, cuatro en total. En concreto, fuentes del gabinete de Touriño explicaron que dispone de tres Audi-8 blindados, aunque precisaron que de forma habitual utiliza dos, para tener siempre garantizados los traslados en caso de avería.

En el caso de la Generalitat de Cataluña, el «ahorro» en coches oficiales tampoco es para despreciarlo. El presidente de la Cámara catalana, de ERC, Ernest Benach, ha estrenado un flamante Audi-8 Limusina, cuyo coste asciende a 110.000 euros. Pero hace ahora un mes, ya renovó su coche oficial cuando este llevaba 250.000 kilómetros. Al coste de su nuevo vehículo hay que sumar otros 20.000 euros, porque Benach ha decidido «tunear» su limusina y el capricho ha salido al erario público por esa «módica» cantidad. Además, los cuatro secretarios de la Mesa del Parlamento y los seis presidentes de grupos parlamentarios, que hasta ahora utilizaban un Wolskswagen Passat, han renovado su flota y ahora utilizan otro Audi, en este caso, un A-6.

95 coches y 134 conductores

La Generalitat de Cataluña dispone de una flota de 95 vehículos y 134 conductores en plantilla para dar servicio a sus más de 200 altos cargos. Además, el Gobierno catalán ha subcontratado a una empresa de taxis de lujo, Litoral Limousines, para cubrir los servicios a los que no llega la flota oficial. Todo ello con un coste en vehículos oficiales de 4,4 millones de euros en 2007, según datos del Departamento de Economía.

El coche oficial es un Audi para consejeros y secretarios generales y un Volkswagen Passat o Peugot 607para el resto de los altos cargos.

A este monto, hay que añadir los 3,38 millones correspondientes al coste salarial de los134 conductores, que entre sueldo base, trienios y otros pagos extraordinarios cobraron una media de 25.223,88 euros el año pasado. En Cataluña tienen derecho al coche oficial el presidente de la Generalitat, José Montilla, y sus trece consejeros, además de los ex presidentes del Gobierno catalán, los siete delegados territoriales, secretarios generales y sectoriales de los departamentos, directores generales o cargos asimilados y personal de apoyo a los consejeros en sus desplazamientos. Además, la Generalitat presta servicio de coche oficial a los miembros del TSJ de Cataluña.

También alcaldes

También en los Ayuntamientos hay ejemplos significativos de la extraña concepción que se tiene del concepto austeridad. En el municipio madrileño de Leganés, su alcalde, el socialista Rafael Gómez Montoya, no quiere ser menos que Sarkozy y su coche oficial -con inhibidor tribanda para evitar atentados- es idéntico al del presidente galo. Le ha salido a los habitantes de esta población por casi 81.000 euros.

A veces el gasto en el parque automovilístico oficial es especialmente inoportuno. En Canarias se presentan ahora los presupuestos de la Comunidad, con serios recortes en áreas como Cultura, donde llega al 40%. Sin embargo, el Gobierno de Canarias decidió la compra de cinco coches para la renovación de la flota oficial. Esto «no va a desestabilizar los presupuestos canarios», según argumentó el presidente, el nacionalista Paulino Rivero, ante las posibles críticas surgidas tras saberse que el importe ronda los 200.000 euros. El gasto lo justificó Rivero asegurando que de él resulta un «ahorro de gasolina y medioambiental», además de permitir la representación institucional «con un mínimo de dignidad».

Por otro lado, la Consejería regional de Medio Ambiente y Ordenación Territorial alquilará mediante la fórmula de «renting» 10 coches híbridos para uso oficial por un coste total de 395.888 euros.

En Asturias, el Gobierno renovó en enero de 2006 su flota de automóviles por última vez. El presidente, Vicente Álvarez Areces, se desplaza en un Audio A8 mientras que los consejeros y viceconsejeros utilizan un A6. El contrato se realizó en la modalidad de «renting» durante cuatro años con la empresa Banlease, incluye 18 vehículos y su montante ascendió a más de seis millones de euros.

En el Principado se produjo una gran polémica por los coches oficiales para los portavoces de los partidos políticos en la Junta General en 2004. La adquisición de cuatro Volkswagen ´Phaeton´ en propiedad y no en «renting» generó un gran debate. Cada vehículo costó 66.648 euros.

Ejemplos de contención

No toda las comunidades pisan el acelerador a la hora de elegir coches oficiales. Por ejemplo, el vehículo adquirido recientemente para uso del presidente del Parlamento de Cataluña, Ernest Benach, cuesta más que el gasto anual de mantenimiento de la flota oficial de altos cargos del Gobierno murciano. El parque móvil de los altos cargos de Murcia está compuesto por 30 vehículos con un gasto fijo anual de 62.000 euros.

El Ejecutivo cuenta con un Audi A-6 para cada consejero adquirido hace cuatro años, con un gasto anual fijo que suma 22.374 euros para pagar seguros y el mantenimiento. Cada uno de estos vehículos realiza una media de 36.000 kilómetros al año, según los datos del Gobierno regional.

En cuanto al presidente Ramón Luis Valcárcel, éste cuenta con un Audi A-8 con dos años de antigüedad que precisa de 4.000 euros anuales de seguro y mantenimiento. Presidencia dispone asimismo de otro vehículo similar de reserva en caso de averías, siniestro o para trasladar a autoridades de similar rango. El coche del presidente realiza una media de 50.000 kilómetros al año.

El resto de altos cargos (secretarios y directores generales y asimilados) disponen de 19 conductores para atender la totalidad de servicios y viajes. Los conductores también realizan servicios de transporte de funcionarios, minusválidos, escolares y paquetería. Esta flota se compone de vehículos Citroen C-5 con una media de tres años de antigüedad. Cada uno de ellos recorre unos 40.000 kilómetros al año. El Ejecutivo no tiene previsto comprar nuevos vehículos para sus altos cargos en los próximos años.

En Navarra tampoco ha habido problemas con los coches oficiales de los políticos. En el Presupuesto General de la región para 2008 hay una partida de «Vehículos para el transporte de personas» que sirve para atender las necesidades de adquisición de nuevos vehículos, según explicaron a ABC fuentes del Gobierno foral.

Navarra se aprieta el cinturón

En este concepto de «transporte de personas» se incluye no sólo al presidente del Ejecutivo y a los consejeros, sino también a otras autoridades (ex-presidentes, presidenta del Parlamento, presidente de la Cámara de Comptos, del Tribunal Superior de Justicia, Fiscal Superior, directores generales, etcétera.).

En el presupuesto de 2008 la consignación inicial de la partida era de 580.000 euros, pero por el acuerdo de Gobierno consistente en efectuar determinadas reservas o limitaciones de gasto para combatir la crisis económica, se reservaron temporalmente 46.000 euros, por lo que el disponible en la partida es de 534.000 euros.

De hecho, lo gastado en adquisiciones de vehículos de autoridades asciende hasta la fecha a 530.169,52 euros. Asimismo, hay otra partida dedicada a la «Reparación y mantenimiento de vehículos y maquinaria», que en 2008 tenía un crédito inicial de 140.000 euros, de los que se han gastado 138.665,08 hasta el momento.

Mientras, el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, dispone de un único vehículo oficial, un Audi A8, 4.2 semiblindado del año 2005, que costó 100.436 euros a cambio de la devolución del anterior coche que utilizaba para sus desplazamientos. Los gastos de mantenimiento anual del vehículo del presidente de La Rioja se elevan a 2.300 euros.

Los consejeros de la comunidad riojana disponen de diez vehículos oficiales adquiridos en distintos años. Son Audis A6, 2.4 y el coste de cada uno es de 39.989 euros. El mantenimiento individual de estos diez coches asciende a 1.700 euros cada año.

Por su parte, el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, así como el resto de consejeros de su Gobierno no han estrenado vehículo desde comienzos de la anterior legislatura autonómica en 2003, de acuerdo con fuentes del Ejecutivo regional.

Asimismo, el coste de la flota oficial de los altos cargos de la Generalitat Valenciana -coches de alta gama equipados con sistemas de blindaje- se ha financiado íntegramente a través de operaciones de «renting». A corto plazo, el Gobierno valenciano no tiene intención de proceder a más compras para incrementar su parque de vehículos.

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