Persianas hasta el suelo, cierres echados, prácticamente todos los locales chinos cerrados a cal y canto. En el barrio madrileño de Usera, con población mayoritariamente china, el coronavirus ha cambiado el paisaje. Muchos negocios chinos han cerrado por precaución ,y ellos mismos se han puesto ... en cuarentena. Algunos locales que permanecen abiertos han improvisado parapetos de plástico de dudosa eficacia para evitar los contagios. En ningún negocio reconocen que cierran por el coronavirus. En los carteles avisando del cierre se indica cerrado por vacaciones, reforma o cambio de maquinaria. Un cierre que de momento es indefinido
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete