José Manuel Albares y Juan Fernández Trigo, los Carbonarios del Ministerio de Exteriores

«Estos 'carbonarios' se dedicaban a boicotear el trabajo de los funcionarios puestos por el PP y fueron responsables de numerosas filtraciones a la prensa» , aseguran a ABC fuentes diplomáticas, algunas procedentes de la propia izquierda española que por una razón u otra acabaron chocando con Albares y los suyos.

Uno de los suyos, de los más fieles, es el actual secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo. Considerado por muchos de sus compañeros que lo han conocido bien en la carrera diplomática como «un filocomunista» , Fernández Trigo fue embajador en Cuba antes de ser nombrado encargado de negocios en Venezuela. De Caracas lo trajo Albares como secretario de Estado.

Fuentes de la máxima solvencia consultadas por ABC explican sus magníficas relaciones con el régimen castrista, «que van más allá de lo estrictamente profesional . A veces parecía que trabajaba para su partido y no para su país». Trigo es actualmente pareja de hecho de una médico cubana, a la que ha traído a España, muy bien relacionada con el régimen. Su actual pareja estudió en la Escuela Vocacional Lenin y estuvo en misiones en Angola, además de llevar un alto tren de vida con numerosos viajes a París, donde vive su hija.

«Pertenece a ese grupo de cubanos que entran y salen del país cómo y cuando quieren, sin problemas, y todos los que conocemos Cuba sabemos lo que eso significa», explican fuentes cubanas a ABC. Por el Decreto 306, los médicos cubanos tienen que pedir un permiso especial a la Seguridad del Estado y al partido para salir del país que no tarda menos de cinco años en concederse. «En este caso no ha sido así, se gestionó muy rápidamente. Pero estén donde estén, estos médicos se deben siempre al Estado cubano», aseguran a ABC fuentes cubanas.

El actual embajador de España en La Habana, Ángel Martín Peccis, es otro del grupo de confianza de Albares. Muy activo durante años en Colombia donde se ganó la confianza de las FARC, jugó un papel importante en las negociaciones de paz de este grupo terrorista y el Gobierno colombiano celebradas durante varios años en La Habana. «A Peccis le gusta decir en sus reuniones con los jerarcas cubanos, medio en broma y medio en serio: 'No os olvidéis de que yo soy uno de los vuestros' . Pero es verdad, es más del régimen que muchos de los propios cubanos», explican fuentes consultadas por ABC en La Habana.