ETA buscó aliados nacionalistas al admitir que sola no podía doblegar al Estado

Tras el fracaso del «proceso de paz» iniciado en 2006, ETA concluyó que con sus exclusivos recursos (el terror) era imposible conseguir del Estado una sola de sus reivindicaciones, por lo que para forzar otra negociación con el Ejecutivo se hacía necesario captar el apoyo ... de fuerzas políticas soberanistas a fin de variar la correlación de fuerzas a su favor. De ahí que se lanzara a la captura de EA como compañero de viaje en su siniestra «hoja de ruta».

Pero es que, además, necesita a EA como «escudo humano» frente al acoso policial y judicial. En efecto, la banda considera que su estrategia estaría más blindada si se mezcla con partidos y otras fuerzas soberanistas que sí están legalizadas. Las fuentes de la lucha antiterrorista recuerdan que ETA siempre ha intentado arrastrar hacia su objetivo al resto de partidos independentistas. La novedad, a raíz de la estrategia diseñada en diciembre de 2008, es que precisa de una «alianza nacionalista» para su propia supervivencia, aunque ahora prescinde del PNV porque le responsabiliza del fracaso de todas las negociaciones.

Eso sí, la banda advertía a sus «comisarios políticos» de «Bateragune» -comisión de coordinación liderada por Otegi- que no debían ser muy generosos con EA, ya que, aunque la «izquierda abertzale» está ilegalizada y en condiciones de no exigir mucho, el partido fundado por Garaikoetxea se halla en situación de «debilidad» y «angustia política». Las negociaciones se complicaron y, dado que Otegi y compañía creían crucial estar en las europeas para no ceder espacio electoral a Aralar, decidieron colarse en las urnas con la lista trampa de Iniciativa Internacionalista sin consultárselo al «zuba» («comité ejecutivo» de ETA). Era un tímido conato de rebelión de quienes reclaman que la «lucha armada» quede relegada a la «lucha política».

La regañina

Así lo interpretaron los cabecillas de la banda, que abroncaron a Otegi. «¿Dónde se toman las decisiones? ¿Hay alguien desarrollando la línea fuera de la dirección? Nosotros -respondió ETA en un documento interno intervenido recientemente- no andamos con la intención de buscar «el enemigo dentro de la casa», pero, una vez leídas las comunicaciones y las actas, se nos hace difícil ver el recorrido para llegar a esa decisión, si no es que la legalidad nos ciega y aparecemos dispuestos a separarnos del recorrido de diez años de estrategia nacional en pago a ello». ETA recordaba a Batasuna que «su» opción era «Hostoa» (en euskera hoja, en alusión al logotipo de EA), al tiempo que le reprendía por no haber hecho lo suficiente. La bronca tuvo efectos inmediatos, porque «Bateragune» activó sus contactos con EA.

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