El mejor discurso del patriótico José Bono

Al que es presidente del Gobierno en funciones le ha deseado toda la felicidad en su nueva andadura "personal" y también profesional, sin que se sepa cuál será ese camino laboral que emprenderá Zapatero. En un tono grandilocuente que viene manteniendo Bono en sus últimas apariciones públicas tras las pasadas elecciones del 20 de noviembre, el manchego se ha mostrado absolutamente convencido de que con el transcurso del tiempo "se pondrá su obra en su lugar". Con "gratitud y afecto", Bono ha provocado la sonrisa de Zapatero al decirle, con lectura poética: "Cuando la mar se calme, las tormentas pasen, contemplaremos en toda su dimensión tu obra de gobernante. Has dado a España lo mejor de ti en un tiempo difícil, y los españoles son generosos y han de saber apreciarlo como te mereces".

Bono también ha hilvanado en su mensaje central el aldabonazo de la unidad y la defensa de la labor de Zapatero cuando ha aludido a que "frente a los torpes empeños en exagerar diferencias, los españoles saben que mientras estemos unidos en lo esencial, hay esperanza y no podrá triunfar el fracaso", ha testimoniado. A su juicio, la Carta Magna de 1978 -ha dicho ante la mirada, entre otros, de Santiago Carrillo, Alberto Ruiz-Gallardón o Carme Chacón, entre otros muchos- significa esa esencia y unidad, más si cabe cuando por primera vez se conmemora su 33 cumpleaños "sin la amenaza del terror criminal de los malhechores de ETA". "Hoy es imprescindible recordar que, gracias a la Policía, a la Guaria Civil, a los jueces, al apoyo de Francia, España ha terminado con esa pesadilla" y es momento de enviar el "recuerdo más afectuoso a las víctimas de la barbarie".

Pero, a siete días de que se formen las nuevas Cortes, con un presidente del hemiciclo que ya no será Bono, éste ha saludado el momento de "bienvenidas y adioses" tras las elecciones generales, en las que "siete de cada diez españoles" manifestaron su conformidad con una u otra opción política, lo que "no es poco en los tiempos que corren", ha subrayado el socialista. Por ello, también "con afecto sincero" se ha dirigido a un muy serio Mariano Rajoy, a quien ha deseado "acierto en sus decisiones" y una "navegación fecunda y constructiva por el bien de todos". Según Bono, de sus afortunadas medidas dependerá "el bienestar de todos los españoles", así que ha anhelado que el líder del PP obtenga en la Cámara y la calle "el apoyo que tan necesario es tener en los momentos de adversidad y tan difícil es de conseguir del adversario político".

"Las generaciones venideras no nos van bien juzgar por las maldades que seamos capaces de atribuir al adversario; ni por las victorias o derrotas electorales en las que parecemos poner nuestro anhelo. Esas generaciones venideras nos van a juzgar por el nivel de vida y bienestar que sepamos procurar a los españoles". ha abundado. "Quien a esta hora no arrime el hombro no va a estar a la altura política y moral que demandan los ciudadanos. Los parados, los dependientes y las personas que no llegan a fin de mes nos reclaman unidad", ha completado su emotiva despedida. Se ha permitido Bono una concesión personal , a su propio recorrido político y, una vez más, se ha ido empuñando el arma que mejor domina: "Me voy como dijo Prieto antes de morir, queriendo a España. Ni tengo, ni tuve, ni tendré complejos en confesarlo, frente a las críticas serenas o las chanzas de bajo calibre intelectual o patriótico". Ha concluido su discurso mentando que en el último acto que preside de esta enjundia "los hábitos y los monjes viajan juntos".