El Supremo anula las lista a Bildu y cierra el paso de ETA a las elecciones
Los magistrados dejan fuera a la coalición por una mayoría de nueve votos contra seis
N. COLLI/N. VILLANUEVA
Tras una intensa jornada de deliberaciones, la «Sala del 61» del Tribunal Supremo prohibió anoche que la coalición Bildu, la última marca política de ETA/Batasuna , se presente a las elecciones municipales del 22 de mayo. La decisión salió adelante por ... una diferencia de nueve votos contra seis, y un magistrado optó por votar a favor de una estimación parcial de los argumentos de Bildu. Habrá dos votos particulares. La mayoría de la «Sala del 61» estima, como denunciaron en sus demandas la Fiscalía y la Abogacía del Estado, que Bildu es «un instrumento electoral», «el ropaje formal» de una maniobra fraudulenta cuyo fin es el regreso de Batasuna a las instituciones. Por eso, anula sus 254 candidaturas . Intactos quedan Eusko Alkartasuna y Alternatiba, los dos socios de los batasunos, a los que no afectaban las demandas.
Noticias relacionadas
- Reacciones: Gobierno, PP y AVT, satisfechos; Bildu hablará hoy
- Diez marcas de ETA ilegalizadas
- «Bildu no es más que una maniobra fraudulenta de ETA»
- Bildu presenta 160 folios de alegaciones en el TS contra la anulación de sus listas
- La Abogacía del Estado impugna 254 listas de Bildu y 16 agrupaciones electorales
- Grabaciones a proetarras demuestran su control total de las listas de Bildu
Los escritos presentados por el fiscal y por los servicios jurídicos del Estado contra una veintena de agrupaciones de «independientes abertzales» han sido estimados de forma parcial, esta vez por unanimidad, por lo que el Supremo anulará sólo 10 de ellas. Esto significa que las demás —se presentaron en pequeñas localidades donde los partidos que integran Bildu no lograron cerrar ningún acuerdo— podrán concurrir a las elecciones.
Se cierra el grifo
La importancia de la decisión del Tribunal Supremo es indudable, en la medida en que con la anulación de las listas de Bildu, por primera vez, ningún partido promovido por ETA/Batasuna obtendrá representación en los grandes ayuntamientos del País Vasco y Navarra. En 2009, los filoetarras fueron expulsados del Parlamento autonómico al declarar esta misma «Sala del 61» —entonces sí, por unanimidad— que Askatasuna y D3M estaban tutelados por ETA . Ahora, en una situación de clara debilidad, a la banda terrorista se le cierra también el grifo de las subvenciones que corresponden a los grupos políticos municipales, una fuente de financiación vital para su supervivencia.
La división del Tribunal ha sido muy similar a la que se produjo hace un mes con Sortu . De hecho, aunque se tratara de asuntos diferentes, Bildu no deja de ser el «plan B» de ETA/Batasuna para colarse en las instituciones; Sortu era el «plan A» dentro de la misma estrategia terrorista.
A favor de la estimación de las demandas han votado ocho magistrados, en su mayoría de sensibilidad conservadora: el presidente del Supremo, Carlos Dívar, Juan Saavedra, Ángel Calderón, Aurelio Desdentado, Ricardo Enríquez, Carlos Granados, Carlos Lesmes y Francisco Javier de Mendoza . El noveno voto es el de Xavier O'Callaghan , el único magistrado que no estuvo en los debates de Sortu porque estaba enfermo.
Donde ha habido algún movimiento es en el grupo de los magistrados de sensibilidad progresista, del que se ha desmarcado José Manuel Sieira , partidario ahora de la estimación parcial de las demandas. En las mismas posiciones se han mantenido los demás: Juan Antonio Xiol, Gonzalo Moliner, José Luis Calvo, Alberto Jorge Barreiro, Rafael Gimeno Bayón y Manuel Ramón Alarcón . Tanto Sieira como los seis discrepantes emitirán sendos votos particulares.
La anulación de las listas de Bildu obligó a cambiar el ponente de la sentencia. De hecho, la redacción de la resolución había correspondido a Alarcón, cuya tesis a favor de permitir a Bildu participar en los comicios del día 22 quedó en minoría. El nuevo ponente será Francisco Javier de Mendoza.
Sortu abrió unas heridas que han marcado un antes y un después en la Sala
Los dieciséis magistrados de la «Sala del 61» comenzaron la deliberación al filo de las diez de la mañana de ayer conscientes de que no podrían tomar una decisión hasta bien entrada la noche, como de hecho ocurrió. En los primeros compases de la reunión, los temores sobre un posible empate se hicieron patentes, pues los magistrados se dividieron en dos grupos de ocho.
Sin embargo, cerca del mediodía, era la tesis de la anulación de las 254 candidaturas presentadas por Bildu la que ya se imponía con un ajustadísimo 9-7, el mismo resultado con el que esta misma Sala prohibió hace un mes la constitución de Sortu como partido político.
Las dificultades del debate llevaron a los magistrados del Tribunal a no parar ni siquiera para comer. Se solicitó un catering con el objeto de perder el menor tiempo posible y el presidente interrumpió la deliberación sólo un cuarto de hora (entre las cuatro menos cuarto y las cuatro) para tomar algo y recuperar fuerzas.
Heridas abiertas
Fuentes próximas al Tribunal explicaron que la deliberación fue intensa y que no faltaron momentos de enorme tensión. Aunque en este caso se tratara de demandas diferentes y todos los magistrados comenzaran de cero el debate, es evidente que lo ocurrido con Sortu abrió unas heridas que han marcado un antes y un después en la Sala. «Cuando la votación es tan ajustada y se formula un voto particular en bloque, en el Tribunal se rompe algo», señalan las fuentes citadas en referencia a lo ocurrido con Sortu.
Plazo para el TC
Con toda probabilidad, la sentencia del Supremo será recurrida por Bildu ante el Tribunal Constitucional , que es el que tiene la última palabra en este contencioso-electoral. También la presentación y resolución del recurso de amparo está sujeto a unos brevísimos y estrictos plazos. Así, la coalición tiene hasta las doce de la noche de mañana (3 de mayo) para interponer el recurso; el Constitucional debe resolverlo antes de la medianoche del día 5 , momento en el que arranca oficialmente la campaña electoral con la pegada de carteles.
Tanto el Gobierno como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado estaban convencidos de que Bildu es el resultado de una «operación dirigida y diseñada por el complejo ETA/Batasuna», tesis que defendieron Fiscalía y los servicios jurídicos del Estado en sus respectivas demandas. «Bildu no es más que un ropaje formal, la mera cobertura legal a una maniobra fraudulenta», señaló el Ministerio Público en su escrito. Y es que según los informes policiales, la ilegalizada Batasuna juega un papel fundamental en Bildu, hasta el punto que «lleva el peso de la coalición», por encima de sus dos socios legales.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete