Artur Mas buscó en las puertas de la Audiencia Nacional legitimarse como líder secesionista

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La citación en Madrid y la huida del autoproclamado presidente de la república catalana, Carles Puigdemont , han sido el caldo de cultivo perfecto para que apenas un centenar de personas –todos del ámbito de la política– se acercasen a mostrar un tímido apoyo a los consejeros y parlamentarios aforados que comparecieron ayer en ambos tribunales. Entre ellos, el propio Artur Mas, y el también condenado e inhabilitado –este, en Madrid– Francesc Homs , ambos por desobedecer al Constitucional.

Los aplausos y vítores de los políticos, sonoros cuando llegaron los investigados a la Audiencia Nacional , se apagaron al paso del exconsejero de Empresa Santi Vila , a quien dejaron claro que ya no es uno de los suyos. Éstos mismos congregados corearon Els Segadors cuando ya anochecía y había trascendido la decisión de la juez.

«Con tribunales y violencia no se va a resolver el conflicto entre Cataluña y España», dijo el expresidente de la Generalitat a los medios. A su juicio las acusaciones de rebelión y sedición «no tienen ninguna base» y lo que se está produciendo es un «abuso del derecho». Mas considera que solo con «alta política» se podrá resolver «el conflicto», pues «cuanta más gasolina y leña se echa, el fuego se hace peor» y las encuestas, dice, muestran el alza del sentimiento independentista. Sostiene que el 21-D es una buena oportunidad de derrotar a «este autoritarismo».

Entre la nutrida comitiva de diputados catalanes, tanto del Congreso como del Parlament, se vio, por parte de ERC, a Joan Tardà, Gabriel Rufián y Carmen Jordà . Además, del PDeCAT acudieron, entre otros, los diputados Lourdes Ciuró y Carles Campuzano.

Los aliados de Podemos también estuvieron presentes. El coordinador general de Catalunya en Comú, Xavier Domènech ; el líder de IU, Alberto Garzón, y el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique , no quisieron perderse la cita y se acercaron a la entrada del Supremo, donde estaban convocados Carme Forcadell y demás miembros imputados de la Mesa.

En la delegación de apoyo también se encontraban entre otros el secretario general de Podem, Albano-Dante Fachin , y la diputada Marta Sibina, que fueron los primeros en presentarse en las inmediaciones del Supremo. El primero aseguró que siempre han dicho que no comparten la estrategia de Puigdemont y los independentista. «Pero hemos llegado a un punto que estamos hablando de política, pero también de personas que pueden pasar el resto de su vida en la cárcel y eso también ha de tenerse en cuenta», dijo.

Después de que Fachin haya sido desautorizado por la dirección de Podemos, que ha convocado una consulta a los inscritos para que decidan como quieren acudir a las elecciones de diciembre, el todavía líder de Podem no tuvo la oportunidad de saludarse con Echenique, con quien coincidió en los aledaños del Supremo. Sí intercambió palabras, sin embargo, con el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián , quien lleva la polémica con él: hasta con el presentador de los Desayunos se peleó Rufián en pleno directo a las mismas puertas del Supremo. Tras la suspensión de las declaraciones en esta sede, la expectativa se trasladó ya por completo a la otra orilla de la plaza, a la entrada de la Audiencia Nacional. Estaba abarrotada de reporteros, cámaras y furgonetas de la Policía preparadas.