El PP solo mantiene su mayoría absoluta en Castilla y León

Además, el PSOE vuelve a ganar en Asturias y es la primera fuerza en Canarias, aunque con mayorías relativa en ambos casos. En Extremadura, se produce un empate entre socialistas y populares, con ligera ventaja del PSOE, mientras que en Navarra se produce un empate entre UPN y Podemos, aunque con ligera ventaja en este caso de los regionalistas.

Las encuestas preelectorales del CIS se han realizado desde finales de marzo hasta el 19 de abril, por lo que recoge, en los últimos días de elaboración, el impacto del caso Rato y la investigación al exvicepresidente del Gobierno, un dato que ha podido influir en la recta final del trabajo del barómetro.

En las 13 comunidades donde habrá elecciones autonómicas el 24-M se observa un fuerte retroceso de los dos grandes partidos, PP y PSOE, aunque los populares, en el cómputo global, siguen siendo la fuerza más votada. En las mayoría de las comunidades, el bipartidismo, aunque menguado, sigue en las dos primeras posiciones.

En la pugna particular entre Ciudadanos y Podemos, el partido de Pablo Iglesias dobla el pulso al de Albert Rivera en ocho de las 13 comunidades, con dos datos significativos: en Navarra y en Asturias. En la primera roza al primer partido, UPN, del que solo le separan 9 décimas para ganar las elecciones. En el Principado de Asturias, Podemos también es segunda fuerza, por detrás del PSOE y por delante del PP.

Ciudadanos se situaría como tercer partido, por delante de Podemos, en La Rioja, Murcia, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Cantabria.

El caso de Castilla-La Mancha también es llamativo, ya que el PSOE sería el primer partido en estimación de voto, con un 35,1 por ciento, frente al 34,9 por ciento. Pero en reparto de escaños el PP adelantaría a los socialistas, con uno o dos diputados más.

En este panorama donde no existen mayorías absolutas, salvo en el caso de Castilla y León, los pactos postelectorales serán clave en toda España, y en esos acuerdos tendrán mucho que decir los dos partidos emergentes, tanto Ciudadanos como Podemos .

El partido de Albert Rivera puede ser decisivo para que los populares mantengan el poder en Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Murcia, La Rioja y posiblemente en Cantabria. En sus manos estará decidir si se une a frentes anti-PP o no, lo que sería decisivo, por ejemplo, en Murcia o Cantabria.

Los acuerdos serán mucho más complicados en regiones como Baleares, Canarias, Navarra o Aragón, donde los parlamentos regionales estarán muy fragmentados y serán necesarios los pactos a varias bandas, lo que siempre resulta más complicado al PP.