El PSOE recuperaría Extremadura pero dependerá de Podemos para gobernar

El PP se quedaría como segunda fuerza, al lograr el 34,6% de los sufragios y entre 24 y 26 escaños. En el mejor escenario para el PP y en el peor para el PSOE la situación sería por tanto de empate. Tras sostener al Gobierno del PP durante esta legislatura con sus tres escaños , Izquierda Unida sufriría el castigo de los electores. Obtendría el 4,1% de los votos, lo que le dejaría al borde de quedarse fuera de la cámara. En su mejor escenario podría llegar a tener hasta dos escaños.

Irrumpen con fuerza los dos partidos emergentes. Podemos se colocaría como la tercera fuerza del parlamento con el 11,6% de los votos y 8 escaños. Se convertiría así en fuerza indispensable para que Fernández Vara pueda convertirse en presidente. Por otro lado, Ciudadanos lograría el 6,9% de los votos y alcanzaría 4 escaños, que serían insuficientes para apoyar al PP o al PSOE.

En las pasadas elecciones a la Junta de Extremadura, la región vivió una de las situaciones más convulsas del país . El Partido Popular superó al PSOE como partido más votado. La formación liderada por José Antonio Monago logró 32 escaños, a uno de la mayoría absoluta. El PSOE se quedaba con 30 escaños. Los tres escaños que lograba Izquierda Unida se convertían así en fundamentales para lograr la mayoría en la cámara.

Contra el criterio imperante en diferentes regiones y municipios durante las últimas décadas, IU decidió no apoyar al PSOE para impedir un Gobierno de los populares. Su abstención en la votación de investidura convertía a José Antonio Monago en el primer presidente del PP en acceder al gobierno extremeño. Este triunfo junto al cosechado en Castilla La Mancha adquirió un gran simbolismo, describieno lo arrollador de la victoria popular en las municipales y autonómicas de 2011, al tratarse estas dos regiones de plazas históricas para los socialistas.

Tras una legislatura con Monago mostrándose en cierto modo como el verso suelto del Gobierno del PP, bien por convicción bien por la presión de depender de IU para mantener la mayoría en la cámara , el presidente extremeño se ha visto en los últimos meses salpicado por el escándalo de los gastos de sus viajes cuando era senador.