La autopsia confirma que las niñas Amets y Sara murieron golpeadas por un objeto contundente

Así lo certifica el primer informe de la prueba realizada en la mañana de este viernes, confirmando las sospechas de los agentes que encontraron los cadáveres de las menores en su vivienda. José Ignacio Bilbao Aizpurúa, de 55 años, acabó con la vida de sus dos hijas -Amets, de 9 años, y Sara, de 7- en el domicilio que tenía alquilado en el número 56 de la avenida Los Quebrantos de San Juan de la Arena. Posteriormente se suicidó lanzándose al vacío desde el viaducto de la Concha de Artedo.

El cadáver del hombre apareció sobre las cinco de la tarde bajo el puente de la autovía, sobre la carretera nacional. A poco más de un kilómetro hallaron su coche, un Citroën Xantia. José Ignacio Bilbao Aizpurúa, natural de Bilbao aunque en la actualidad vecino de Soto del Barco, fue identificado poco después de que su cuerpo fuera encontrado. Se había tirado desde 110 metros de altura, pero antes había cometido un brutal infanticidio .

Esta mañana se ha desarrollado la autopsia de los tres fallecidos en el Instituto Anatómico Forense. Un primer informe ha confirmado que las pequeñas fallecieron debido a los golpes recibidos con un objeto contundente. Cuando notificaron el fallecimiento del hombre a sus familiares se desató la alarma. José Ignacio Bilbao debía devolver a las niñas a su madre, de la que estaba separado, esa misma tarde.

Inmediatamente, efectivos de la Guardia Civil iniciaron una investigación para tratar de localizar el paradero de las menores. Otras fuentes apuntan a que fue la madre de las pequeñas -natural de Cudillero- quien, alertada al no presentarse su exmarido a la hora prevista, quien se dirigió a la Guardia Civil. Ella habría acompañado a los agentes hasta la vivienda de su expareja . Nada más llegar encontraron un rastro de sangre en el felpudo, lo que hizo temer lo peor. La tragedia se confirmó en el interior de la casa, donde fueron encontrados los cuerpos sin vida de Amets y Sara.