La Guardia Civil incauta 300 kilos de hachís tras un arriesgado abordaje a un yate

El buque de la Guardia Civil «Río Miño» estaba patrullando este miércoles por la costa española cuando una aeronave de la Guardia di Finanza italiana alertó de una presencia sospechosa en aguas internacionales. Los agentes, tras comprobar que la embarcación se dirigía hacia territorio español, iniciaron el protocolo para lograr interceptar a los presuntos traficantes.

Dos de las embarcaciones auxiliares del «Río Miño» partieron entonces, tal y como ha informado la Guardia Civil este viernes. La sospecha radicaba en que en la embarcación viajaban dos personas con varios bultos en la cubierta. Unos fardos que, además, estaban envueltos con la protección que suelen llevar los transportes de hachís en aguas del Estrecho .

Cuando los presuntos traficantes notaron la presencia de los agentes, iniciaron el protocolo habitual en este tipo de acciones: lanzaron los fardos al mar y arrancaron un segundo motor deportivo para emprender la marcha a toda velocidad. Una huida que la propia nota del instituto armado califica de «arriesgada».

Durante la persecución, los agentes instaron a los ocupantes de la barcaza a detenerse. Una orden que desobedecieron y a la que acompañaron de maniobras «evasivas» peligrosas. Ante el riesgo para los agentes, y ante la negativa a detenerse, la benemérita decidió el abordaje.

Cuando por fin lograron saltar al interior de la lancha, los dos ocupantes comenzaron a empujar y a lanzar puñetazos a los agentes, que tuvieron que reducirlos. Una vez con el control de la embarcación, procedieron a la detención de ambos y a la recuperación de los fardos que permanecían flotando. De esta manera se pudieron recuperar trece paquetes que elevan la suma de la incautación hasta los 300 kilos.

Aunque el abordaje al yate –de bandera española– se realizó el miércoles, el vídeo ha sido publicado este viernes por el departamento de prensa de la Guardia Civil.