El PSOE quiere un millón de participantes en sus primarias

Un total de 2,6 millones de franceses, que previamente habían pagado un euro y firmado una declaración de compromiso con los valores de la izquierda, tomaron parte en la primera vuelta para elegir candidato a la Presidencia de la República, el 9 de octubre de 2011.

Como ninguno de los seis candidatos obtuvo mayoría absoluta, François Hollande, con el 39% de los votos, y Martine Aubry con el 30%, pasaron en la segunda vuelta, una semana más tarde, previo debate televisado entre ambos. El índice de participación en esta segunda cita fue similar a la primera y ganó Hollande.

Y en Italia, el 2 de diciembre pasado, Pier Luigi Bersani se impuso a Mateo Renzzi como candidato de centro-izquierda en unas primarias en las que participaron más de tres millones de italianos. Previamente, el 25 de noviembre, había sido la primera vuelta con tres candidatos más.

La dirección de los socialistas españoles ve con una mezcla de envidia y recelo ambos precedentes porque, reconoce, nuestra sociedad «no es tan participativa en política» como la francesa o la italiana. Y el PSOE, además, padece un problema de envejecimiento de su militancia, que viene de años atras y que hace albergar todavía más ddas sobre una alta participación.

En el informe de gestión que presentó José Luis Rodríguez Zapatero para el 38 Congreso, en febrero de 2012, el partido reconocía solo 217.000 afiliados: sólo 14.426 bajaban de los 30 años (6,6%) mientras que 106.000 (49%), se concentraban en el tramo de 46 y 65 años. Además, aquel informe de gestión tenía censados 405.762 simpatizantes.

Es decir, que para alcanzar el millón de votantes en el que Ferraz fija el umbral del éxito o el fracaso, faltarían más de 400.000 españoles de centro-izquierda que quieran pagar un euro y firmar una declaración de compromiso con los valores que defiende el PSOE. Además, si hay más de tres candidatos deberán comprometerse a volver a votar a la semana siguiente, en segunda vuelta,porque «no sería presentable declarar vencedor a alguien con el 25 por ciento de los votos», dice un miembro de la Ejecutiva.

Esa es una de las razones que llevan a Alfredo Pérez Rubalcaba y su equipo a «pegar» lo más posible las primarias a la celebración de los comicios en 2015, frente a la opinión de los criticos que, compartiendo el temor por una baja participación, dicen que el PSOE no aguanta dos años más sin referente claro.

«Si no hay ambiente electoral, la gente no se va a acercar a las casas del pueblo a votar por algo que ve lejano», dice el miembro de la Ejecutiva consultado. Frente a esta tesis, un secretario general de federación replica que «lo único que podemos vender hoy en el PSOE es cambio».