Zarandeo al concierto catalán en la cumbre de los inspectores de Hacienda: «No hay por donde cogerlo»
La asociación de Inspectores de Hacienda advierte de que el troceo de la Agencia Tributaria disparara el coste de una financiación catalana propia
Un experto en el cupo vasco estima que la aplicación de ese modelo en Cataluña restaría hasta 25.000 millones al Estado

«Hace 17 años querían las llaves de Letamendi (la calle en que se ubica la sede central de la Delegación Territorial de Cataluña de la Agencia Tributaria), ahora lo quieren todo, las llaves de la caja». El portavoz de la asociación de Inspectores ... de Hacienda del Estado, José María Peláez, ha calificado este viernes, en la jornada clausura del XXXIV Congreso del colectivo que se celebra en Córdoba, el acuerdo entre PSC y ERC para impulsar un concierto catalán como el mayor ataque de la historia a la Agencia Tributaria y ha advertido de que avanzar en el camino de hacer desaparecer la estructura de la agencia en Cataluña y de romper la caja única no solo se traducirá en un deterioro para la lucha contra el fraude fiscal sino que incrementará los costes de gestión tanto para la Hacienda catalana como para la Hacienda del Estado y provocará un serio deterioro de los servicios que se prestan a los ciudadanos.
Los inspectores de Hacienda han aprovechado su congreso para proyectar ante la opinión pública sus temores respecto a la deriva abierta por la configuración de un eventual concierto catalán. Entienden que su desarrollo en los términos acordados «destrozará el sistema tributario», «dinamitará el régimen de financiación de las comunidades autónomas» y al fraccionar la Agencia Tributaria provocará «graves perjuicios en la aplicación del sistema tributario».
La galería de los horrores no acaba aquí. En una mesa bajo el título 'Los modelos descentralizados en el ámbito de la financiación territorial y su impacto en la eficiencia de las administraciones tributarias', en la que han tomado parte el propio Peláez, el catedrático y experto en el cupo vasco, Ignacio Zubiri; y el director ejecutivo de Fedea y una de las voces más autorizadas del país en materia de financiación autonómica, Ángel de la Fuente; así como un representante de la asociación de inspectores de Brasil, Giovanni Padilha, se han perfilado el inventario de riesgos que se avecinan si se implantara este modelo.
Uno de los más relevantes sería el adelgazamiento de los recursos disponibles en la caja del Estado. Según una estimación lanzada por Ignacio Zubiri, catedrático de la Universidad del País Vasco y uno de los mayores expertos en la opaca operativa del cupo vasco, la traslación tal cual del modelo de cupo a Cataluña se traduciría en una mejora de 25.000 millones de euros para las arcas de Cataluña, «que van a suponer menos financiación para el resto de comunidades autónomas y menos servicios que podrá prestar el Estado o, alternativamente, en más impuestos o en más deuda pública para el resto de los españoles».
A la luz de lo acaecido con el cupo vasco y el concierto navarro, Zubiri ha advertido de que la mayor capacidad normativa que se concedería a Cataluña acabaría inevitablemente forzando una competencia con otros sistemas fiscales. Ha recordado que en los territorios forales la presión fiscal es mucho más baja que en las autonomías de régimen común y que en el caso concreto del Impuesto de Sociedades esa brecha llega a ser del 30%. El futuro que ha perfilado el catedrático es de deslocalizaciones de contribuyentes en dirección a Cataluña, pero también de flancos sin cubrir en la lucha contra el fraude que favorecerían el fraude fiscal.
Quitarle el dinero a autonomías que están peor
El director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, ha insistido en que proporcionar una cantidad muy superior de recursos a una comunidad que está en la media en términos de financiación en perjuicio de otras muchas autonomías que están por debajo de la media «no es una buena idea».
«No sería un cambio pequeño. Para darle más dinero a Cataluña van a sacar dinero de otras comunidades que están peor. No hay manera de darle más a Cataluña sin quitarle dinero a comunidades que ya están peor tratadas que Cataluña. No hay por donde cogerlo», ha dicho.
También ha advertido del sinsentido de la obsesión del nacionalismo catalán por tener las llaves de la caja. «Una fragmentación de la Agencia Tributaria va a ser más cara para todos, elevará el coste de cumplimiento de las obligaciones fiscales y generará que se incremente el nivel de fraude», ha recalcado. Su conclusión es que la insistencia en tener las llaves de caja solo puede explicarse porque de ese modo refuerzan su capacidad de negociación, lo que observa como un dislate a la luz de los acontecimiento de 2017. «Las fuerzas nacionalistas siempre han dicho que lo volvería a hacer (por la desconexión fiscal del Estado) y de este modo lo que está claro es que se facilitaría una secesión unilateral», ha remachado.
El inspector de Hacienda y exdiputado de Ciudadanos, Francisco de la Torre, que ha actuado de moderar ha subrayado respecto al coste que tendría la fragmentación de la Agencia Tributaria que mientras en la Hacienda centralizada de España son apenas 600 millones de euros de IVA los que se escapan respecto a la recaudación potencial que se podría obtener, en la descentralizada hacienda alemana esa cifra se dispara por encima de los 7.600 millones.
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