CUENTAS SIN CUENTOS

Yo invito, tú pagas, y los peajes de la investidura, a escote

El Gobierno sube las pensiones, el salario mínimo y recorta la jornada laboral, a costa de empresarios y trabajadores que tenemos que hacer frente a más impuestos y cotizaciones. Y los pagos por los apoyos de los socios, como la asunción de buena parte de la deuda catalana, los asumimos todos los contribuyentes

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09/02/2025 a las 05:30h.

Sin prisa, pero sin pausa, el Gobierno va poco a poco pagando los peajes que le van exigiendo sus socios. Uno podría pensar que la aprobación de una medida como la amnistía, con una ley hecha ad hoc para beneficiar a unos ciudadanos concretos, y ... en contra de todos los principios que hasta entonces había defendido el principal partido de Gobierno y su presidente, deberían haber bastado para garantizar toda la legislatura. Pero nada más lejos de la realidad. Tras los indultos y la amnistía, llegaron las exigencias competenciales y ahora es el turno de las monetarias. En medio, eso sí, los empresarios están intentando utilizar a esos mismos socios de Sánchez para frenar a la parte más radical del Gobierno en medidas económicas.

Y es que esta misma semana hemos visto como la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, se presentaba triunfante tras el Consejo de Ministros para presumir de su «histórica reducción de jornada». Yo invito y vosotros pagáis.... parece decir la vicepresidenta a los empresarios, pero también a los trabajadores.

Queda muy bien poner en el papel que voy a subir el salario mínimo otro 4,4%. Pero no va a ser ella, ni el Gobierno quien lo pague. Quienes lo pagarán serán los empresarios y las familias, que han visto incrementarse un 80% el SMI desde el año 2016. Y es que ya en 2017 el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó un incremento del 8% en un salario que entonces apenas afectaba al 4% de los trabajadores por cuenta ajena. Hoy son unos 2,3 millones los empleados afectados por el incremento, ya que los sueldos hasta hace poco destinados a los trabajadores menos formados y a los jóvenes que comenzaban su carrera laboral afectan ahora también a empleados experimentados.

Y es muy bonito decir que subimos las pensiones con el IPC, aunque a los trabajadores que pagan esas pensiones no se le garantice esa subida y, además, tengan que afrontar un incremento de las cotizaciones sociales para hacer frente a esos pagos.

Y a si esto le sumamos la reducción de jornada propuesta, que supone otro incremento del 6% en los salarios... el vaso empieza a colmarse especialmente para los pequeños negocios y para las familias que asumen la contratación de empleados para las tareas del hogar o los cuidados de hijos y mayores.

Desde el Gobierno argumentarán que miren los miles de millones que ganan los bancos, o las grandes eléctricas, o las tecnológicas... pero no son esas empresas las que pagan el salario mínimo, o las que tienen jornadas de 40 horas semanales. Es el pequeño comercio, la hostelería, los servicios del hogar... los que tendrán que hacer frente a estos incrementos.

Y como decía, al final estamos en manos de que los independentistas de Junts, presionados por las pymes catalanas, pongan freno a esa reducción o, al menos, logren pactar periodos transitorios o ayudas para las pymes y microempresas.

Aquí Yolanda Díaz, frente a Carlos Cuerpo, confía en que el Gobierno pague con otras dádivas al independentismo y que se mantenga lo pactado con los sindicatos. ¿A qué se referirá la vicepresidenta? ¿Cambiarán la reducción de jornada por las competencias en inmigración o por la condonación de deuda a Cataluña? ¿O conseguirán los empresarios catalanes a través de Junts, que se imponga algo de cordura en esta situación?

No lo sabemos. Estamos en manos del prófugo de Waterloo, y de él todo se puede esperar. A finales de mes hay reunión del Consejo de Política Fiscal y es más que probable que allí se hable de la condonación de deuda a Cataluña y, por añadidura a otras autonomías. Al final acabaremos pagando los contribuyentes de toda España los excesos del gasto autonómico.