El sudoku de la factura de la luz se complica aún más desde el 1 de enero

Por un lado, el IVA sube del 5 al 10%, tipo que mantendrá durante todo 2024. El Gobierno bajó este impuesto del 21 al 10% en junio de 2021, cuando la electricidad costaba de media en el mercado mayorista 83 euros el MWh. Justo un año después, bajó al 5% en un momento en el que los precios superaban los 220 euros el MWh. Ahora, con el precio medio por debajo de los 80 euros, vuelve a subirlo al 10%.

Más dudas genera el impuesto especial de la electricidad (IEE) que era el 5,11% hasta septiembre de 2021, cuando se redujo al 0,5% con la electricidad en 160 euros el MWh. Ahora subirá al 2,5% durante el primer trimestre y al 3,8% durante el segundo.

Estos cambios fiscales se ven en las facturas, pero hay otras modificaciones que están en la trastienda. Siguiendo con los impuestos, el que se aplica a la producción de la energía eléctrica (IVPEE) tendrá un tipo del 3,5% hasta marzo, pasando a ser del 5,25% hasta junio. Este impuesto era el 7% y en junio de 2021 se dejó en el 0%. Este gravamen afecta lógicamente al precio de la electricidad en el mercado mayorista y después tanto en la tarifa regulada o pvpc como en los precios de los contratos anuales de los consumidores.

Lo mismo sucede con la 'solución ibérica', mecanismo que limitaba el coste del gas que se utilizaba para producir electricidad. Ha estado en vigor desde el 15 de junio de 2022 hasta hoy, aunque desde finales de febrero pasado no se aplica por la fuerte caída de los costes del gas. Actualmente, por ejemplo, el precio del gas está por debajo de los 35 euros el MWh y debería alcanzar los 65 euros para que se activara el mencionado mecanismo.

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Otro cambio importante es el que se empezará a aplicar desde mañana para la determinación de la tarifa regulada o precio voluntario para el pequeño consumidor (pvpc) que tienen unos 8,5 millones de consumidores, alrededor de un tercio de todos los domésticos.

La modificación será automática –los consumidores no tendrán que hacer nada– y se encargarán de ello las compañías eléctricas, que aplicarán la nueva fórmula de precio de la energía en las facturas que emitan a partir del 1 de enero. A diferencia de la metodología de cálculo que se aplicaba hasta ahora, introducida por la ley 24/2013 del Sector Eléctrico, donde el precio final estaba totalmente indexado al mercado mayorista diario, la nueva fórmula incorporará parcialmente las señales de precio a largo plazo.

Esta incorporación de los futuros será gradual –representarán el 25% en 2024, el 40% en 2025 y el 55% en 2026– sin que, en ningún momento, esto suponga una alteración de las señales de precios que seguirán orientando la demanda hacia las horas de menor consumo. Fuentes del sector calculan que la nueva fórmula puede abaratar un 3% la tarifa regulada.

El cálculo actual para determinar la tarifa regulada, que se aplica solo en nuestro país, provoca importantes oscilaciones y hace que se dispare en situaciones críticas de los precios de la electricidad y del gas.

«Esta modificación supondrá un impulso a la contratación de electricidad en los mercados a plazo, lo que se traducirá en una mayor estabilidad en las facturas de hogares y micropymes españolas, evitando episodios de fuerte volatilidad, como la vivida durante los últimos años, especialmente acusada durante los primeros meses de la guerra de Ucrania», subraya el ministerio que encabeza Teresa Ribera.

Con esta reforma del pvpc, la factura de los hogares «se beneficiará de la desindexación parcial de los mercados al contado al incorporar referencias de los mercados de futuros que aportarán más estabilidad a los precios finales de los consumidores», indican desde Transición Ecológica.

Por otro lado, se extiende seis meses más la reducción del 80% de los peajes de la industria electrointensiva.