director general de mundo imperial
Seyed Rezvani: «Estamos interesados en abrir hoteles en España y en traer al turista español a Acapulco»
Mundo Imperial busca devolver a Acapulco a sus años dorados tras el desastre dejado por el huracán Otis, que obligó al grupo a clausurar sus hoteles durante varios meses
Los hoteleros no se conforman con el aplazamiento del registro de viajeros y piden «cambios profundos» a Interior

Mundo Imperial se ha propuesto recuperar los años dorados de Acupulco (en la costa del pacífico mexicana, estado de Guerrero), cuando entre las décadas de los 40 y los 70 se convirtió en el oasis de descanso del turista estadounidense más pudiente y en destino ... predilecto de las estrellas de Hollywood. Para lograrlo, el grupo mexicano, con 4 hoteles y más de 2.000 habitaciones en cartera, se ha convertido en algo más que en un proveedor de alojamiento cinco estrellas. En sus instalaciones hoy se acogen congresos multitudinarios como el Tianguis Turístico de México (feria homóloga de Fitur) y son propietarios del estadio Arena GNP Seguros donde celebran conciertos (este mes cantará Luis Miguel), y el torneo ATP de tenis más grande de Latinoamérica, que Rafa Nadal ha conquistado en hasta tres ocasiones. Sin embargo, el grupo ha vivido tiempos difíciles tras encadenar dos huracanes en apenas un año, en especial el Otis, que llegó a dejar vientos de 300 kilómetros por hora y generó daños que todavía mantienen cerrados algunos de los hoteles más emblemáticos de Acapulco. El director general de Mundo Imperial, Seyed Rezvani, relata a este periódico cómo vivió el grupo el desastre, ahora que también la Comunidad Valenciana se sacude de la destrucción todavía incalculable que ha dejado el paso de la DANA.
-Ha sufrido dos huracanes en apenas un año y, en especial, el Otis que le obligó a cerrar sus hoteles durante varios meses. ¿Cómo se vive esos primeros momentos tras el huracán? ¿Cómo es el día cero tras una catástrofe de esas dimensiones como estamos viendo estos días en Valencia?
- Otis fue un huracán de categoría cinco jamás visto en Acapulco, con vientos superiores a 300 kilómetros por hora. Ese día, el 25 de octubre de 2023, teníamos una convención de minería con más de 3.400 huéspedes alojados. Nuestra prioridad fue que regresaran a casa y para ello conseguimos traer muchos autobuses de otras ciudades y evacuarlos en menos de 72 horas. En cuanto pudimos, cerramos todas las propiedades para evaluar los daños y establecer una estrategia en un espacio de tiempo muy reducido. El primer hotel que abrimos fue el 1 de febrero de este año, tres meses después de la catástrofe. Los daños ascendieron a más de 130 millones de dólares, cuando el seguro nos daba 100. Y cuando todo estaba superado, llegó el huracan John (categoría tres). Cuando vino Otis, nosotros no teníamos forma de comunicarnos con los empleados. Por suerte, pudimos hacerlo a través de un satélite Starlynk con las aseguradoras, quienes en cuatro días mandaron a un equipo de más de 50 personas a hacer las evaluaciones de daños, de nuestros tres hoteles en Acapulco, además del estadio y el centro de convenciones. También por fortuna, el gobierno mexicano reaccionó rápido y en la primera semana teníamos más de 10.000 soldados trabajando en las calles de la ciudad y en 14 días se pudo restablecer la energía eléctrica.
-También tomó la decisión de involucrar a los trabajadores en la reconstrucción de las infraestructuras.
- Los empresarios tienen que ser sumamente empáticos en momentos como este, en el que los empleados también han perdido sus casas. En ese momento teníamos 2.000 trabajadores. Los primeros días la gente no podía llegar porque no había transporte. Se les dio cinco o seis días de espacio y se les pagó 15 días a todos los colaboradores vinieran o no vinieran a trabajar. Una vez se incorporaron, los involucramos en las tareas de retirada de escombro y movimiento de muebles. Les pagamos cinco días a la semana, aunque venían menos porque también tenían que reconstruir sus casas. Mantuvimos sus salarios durante las 12 semanas que estuvimos cerrados.
-En España, los hoteleros se quejan de que no encuentran trabajadores. ¿Sucede también en México?
- El Covid ha cambiado la mentalidad de mucha gente. Los jóvenes ya no piensan tanto en el trabajo como si lo hacía mi generación. Ahora tienen otras prioridades y quieren vivir más. También noto que salen de la universidad y ya quieren ser CEO y directores generales de empresas y eso no es fácil. Desde la pandemia sufrimos escasez de talento y después del huracán Otis más aún, porque muchos de nuestros empleados eran migrantes y la necesidad de trabajar les obligo a irse a otros destinos. Nosotros hemos apostado por crear un concepto nuevo de universidad del turismo dentro de nuestra propiedad. Les becamos el 50% de la matricula de su escuela y trabajan con nosotros al mismo tiempo, así cuando se gradúan yo me garantizo dos años de servicio. La primera generación está dando resultado.
- ¿A Mundo imperial interesa el turista español? Acapulco no es un destino muy conocido en España...
- Nos interesa el turista español. Llevamos viniendo a Fitur cuatro años. En el pasado, Acapulco era un destino internacional y ahora dependemos al 90% del turista nacional. Luego, la competencia creció y florecieron otros destinos como Cancún, Playa del Carmen, los Cabos o Puerto Vallarta. Pero después de Otis, Acapulco está renaciendo. Para nosotros que venga el visitante español es importante. Sabemos que los turistas españoles también están buscando nuevos destinos en México y quieren descubrir cosas diferentes. Pero aún no tenemos vuelo directo con España, como sí hubo con Madrid en el pasado. Estamos trabajando en ello porque ahora no existe.
-¿Está hablando con aerolíneas para poder recuperar esa conexión directa de España con Acapulco?
-Tenemos que trabajar primero con aerolíneas nacionales porque la mayoría de los vuelos que salen desde y hacia España van a Ciudad de México o a Cancún. Estamos buscando la conectividad correcta de esos lugares hacia Acapulco.
-¿Cómo cree que puede convencer al turista español para visitar Acapulco cuando hay tanta competencia de destinos mexicanos?
- Es la variedad del producto, uno va a Playa del Carmen y parece que está en Miami, pero Acapulco sigue conservando el sabor de México; el de poder ir a las auténticas taquerias o visitar la laguna de tres Palos o de Coyuca y que te cocinen el pescado con leña o las tortillas de maiz… es descubrir algo espectacular.
- ¿Mundo Imperial está interesado en expandirse fuera de México, por ejemplo, en un mercado como el de España?
- Sí, pero aún no hemos encontrado la oportunidad. Hemos buscado propiedades, sobre todo en Madrid. Hemos visto hasta cinco inmuebles en los últimos años. Estamos interesados también en hotelería urbana. Si abrimos en España, primero lo haremos en la capital y luego nos expandiremos a otras provincias. Pero ahora seguimos centrados en Acapulco, donde Mundo Imperial va a construir su propio hospital dedicado al turismo médico.
- ¿Ha influido el precio en la decisión de no comprar en Madrid? En los últimos años se están viendo operaciones a precios desorbitados y hay fondos adquiriendo propiedades a precios fuera de mercado.
- Los hoteles del Centro de Madrid tienen ocupaciones del 85% anual, con una tarifa de 500 o 600 euros por noche y no hablemos de los hoteles de lujo como el Rosewood Villa Magna y el Four Seasons, que están en 1.000 o 1.200 euros por noche. Son números impresionantes. En Madrid hay un turismo extraordinario. Por eso cuando vas a comprar, no encuentras nada por debajo de 500.000 o 600.000 euros por habitación. Son inversiones muy altas y lograr un retorno es complicado. Además luego te encuentras con que también tienes que invertir en la reforma del inmueble.
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