Los sindicatos de Aena amenazan con huelgas en Semana Santa, las elecciones y el verano

El paro podría ser el preludio de una serie de movilizaciones a celebrar en vísperas de las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo y en el verano. Algo que, por ahora, sólo sopesan los sindicatos sin haber tomado decisión alguna.

Representantes de UGT, CCOO y USO tienen previsto reunirse el próximo día 7 para definir el calendario de huelgas para, un día después, solicitar legalmente el permiso del primer paro en el Ministerio de Trabajo.

Los trabajadores protestan por la privatización del ente público; una operación con la que el Estado calcula que ingresará unos 9.000 millones de euros. Los operarios temen, sobre todo, perder derechos en los grandes aeropuertos, cuya gestión pasará a manos de empresas privadas mediante una concesión. Ese salto a la empresa privada es el que asusta a los trabajadores.

Fomento, sin embargo, recuerda que se ha comprometido a "mantener todos los derechos de manera individual e ilimitada" en la liberalización convirtiendo el convenio colectivo de la actual Aena en el convenio de la 'nueva Aena', de la que se venderá el 49%. Contra eso, los trabajadores amenazan también con negarse a ser subrogados en los futuros concesionarios de Barajas y El Prat, donde entrarían con su salario y antigüedad pero perderían la condición de personal laboral de la Administración. Las espadas están en lo alto y, como suele ser habitual en estos conflictos, todos se mantienen firmes en su posición mientras apuestan por el diálogo.

Hay tiempo para calmar las aguas, y unos y otros deberán sentarse a la mesa. Así lo reclaman los usuarios, que tienen muy reciente el caos generado el pasado diciembre por el plante de los controladores aéreos y a los que la paciencia se les empieza a agotar. A primera hora, después de que la amenaza de huelga surgiera en Barcelona durante una protesta en El Prat, algunos en el sector calificaron de 'amago' el llamamiento a la huelga.

Una tranquilidad que se tornó en preocupación cuando el secretario general de UGT. Cándido Méndez, aplaudió la iniciativa. El líder ugetista aseguró que la privatización "es negativa para los intereses del país" y puede poner en peligro "todos los puestos de trabajo de Aena". Méndez reclamó al Gobierno que aproveche el tiempo para rectificar "alguno de sus planteamientos". Aún así, cabe recordar que el próximo 22 de mayo hay elecciones sindicales en Aena, lo que podría animar los mensajes de algunos.

También al límite están la paciencia y, sobre todo, la caja del sector turístico, que necesita remontar el vuelo y para el que la Semana Santa debería servir de bálsamo del golpe de los últimos meses. Este año, esa festividad llega tarde, y aerolíneas, agencias de viaje, hoteles o restaurantes ansían los 'días santos'.

Los sindicatos insisten que irán a la huelga. Y antes, harán todo el ruido que puedan. Como en el inminente estreno de la ampliación del aeropuerto de L'Altet (Alicante), donde Luis Mutón, de USO, vaticina que "se montará un buen pollo". Mutón denuncia que la "falta de cocina" (negociación) en el conflicto lo ha complicado, aunque reconoce que es "inevitable llegar a un acuerdo". Raúl González, de UGT, denuncia que los sindicatos han puesto encima de la mesa de Aena "todas las posibilidades", pero no han recibido respuesta. "Vamos para adelante con la huelga", sentencia el portavoz de CCOO, César Revuelta.

Aena reitera su llamamiento a un diálogo que, dice, "no ha parado". "Pondremos todo nuestro empeño en la negociación y esperamos que no se produzca la huelga", apuntan fuentes del gestor aeroportuario. El Ministerio de Fomento llama a la calma de los usuarios y asegura que si llegara el paro se aprobarían los servicios mínimos necesarios para atender a los viajeros.