Las razones de la ruptura de Carrefour con PepsiCo: meses de negociaciones con la inflación desbocada

Después de «muchos meses» de discusión, apuntan fuentes de PepsiCo consultadas por ABC, Carrefour se ha levantado de la mesa en Francia, su principal mercado. En los lineales de sus tiendas, el gigante francés ha colocado duros carteles contra el fabricante, en una acción poco vista antes, denunciando que deja de vender la marca por sus subidas de precio, y concluyendo que la compañía apuesta «por bajarlos».

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Nerea San Esteban

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La tensión entre fabricantes y distribuidores, que toma forma en este inicio de año por la firma de nuevas condiciones en los contratos, viene arrastrada de la inflación desbocada, que presiona los costes de fabricación y encarece las materias primas. PepsiCo llegó a la mesa de negociación con Carrefour con la intención de que las compras de la francesa recogieran el incremento de estos costes, pero el gigante, que además ha liderado en el país galo iniciativas para topar los precios, se niega. Aceptar las subidas supondría también que trasladarlas a los precios de venta que se aplican a los consumidores, si quiere evitar que sus márgenes queden de nuevo mermados.

La apuesta de Carrefour por tratar de frenar el incremento de los precios en sus productos es conocida. De hecho, a diferencia de lo que terminó ocurriendo en España, el Gobierno francés presentó en marzo del año pasado un acuerdo con los grupos de distribución del país (entre ellos, Carrefour), que aceptaron reducir sus márgenes con una cesta de productos que cada uno de ellos elegiría y que llevaría una etiqueta común anunciando el «trimestre antiinflación». En nuestro país, la cadena francesa fue la única empresa que aceptó reunirse con la vicepresidenta Yolanda Díaz en septiembre de 2022 cuando la también ministra de Trabajo tendió la mano a estas empresas para diseñar una «cesta básica» con los precios topados.

La ruptura entre Carrefour y PepsiCo en el país vecino supone un importante órdago de la cadena de supermercados contra el fabricante, puesto que el gigante es, junto con E.Lecrerc (23,9%), la cadena con más clientes de Francia. En concreto, tiene una cuota de mercado cercana al 20%, por lo que entre E.Lecrerc y ella se lleva a casi la mitad de los consumidores franceses.

En el aire queda el impacto de la decisión en mercados como España, Italia o Bélgica, después de que un portavoz de la cadena francesa apuntara ayer a Reuters que la medida de dejar de vender los productos PepsiCo se aplicaría también en estos países «en las próximas semanas». Desde PepsiCo buscan evitarlo: «Seguiremos dialogando de buena fe para intentar garantizar la disponibilidad de nuestros productos«, insisten desde la compañía.