Preocupación entre los ganaderos por el avance de la enfermedad hemorrágica epizoótica
Sin vacuna autorizada, su contagio implica restricciones de movimiento del ganado fuera de España
Llega a Andalucía la enfermedad infecciosa que ha provocado la muerte de varios ciervos
Vacas de una explotación ganadera en Chantada (Lugo)
Ganaderos españoles están preocupados por el avance de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), para la que no existe vacuna autorizada en la Unión Europea. La EHE es una enfermedad que no había sido detectada nunca en España hasta el pasado noviembre, ya ... que históricamente había circulado por América del Norte, Australia, Asia y África.
Según la actualización de situación de la que se encarga Agricultura, a comienzos de este mes se han detectado ocho nuevos focos de esta enfermedad en las comarcas de Linares (provincia de Jaén), Puebla de Guzmán (Huelva), Valdepeñas y Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), Mora y Oropesa (Toledo), y Ledesma (Salamanca). Estos casos se suman a los siete que se habían detectado a fecha 31 de julio y los diez recogidos a día 17 de julio. En total, unos 25 focos nuevos en menos de un mes recogidos de forma oficial.
Mortalidad: ciervos y vacas
Los efectos de la enfermedad en el ganado son diferentes según cuál sea el grupo afectado. La EHE se define como una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa transmitida por vectores, que afecta a rumiantes domésticos y salvajes.
Como recoge su ficha, en el ganado vacuno puede producir una situación clínica moderada y autolimitante durante unas dos semanas. Tradicionalmente es una enfermedad que afecta a los ciervos, y puede afectar también a gamos y corzos; en el caso de los ciervos se ha observado que pueden presentar fiebre, debilidad, inapetencia y pérdida del instinto de huida, con una mortalidad observada hasta el momento en ciervos de un 3-4%. Además, es posible observar abortos tardíos, problemas durante el parto y mortalidad de gabatos recién nacidos asociados a la infección de hembras gestantes.
No obstante, los casos en ganado bovino están siendo cada vez más comunes, por lo que cunde el miedo entre los ganaderos. No en vano, la detección de la enfermedad implica la restricción del movimiento directo para vida (no así para sacrificio) por EHE hacia otros Estados miembros de animales bovinos, ovinos y caprinos, de forma que no se restringe el movimiento o consumo de productos de estos animales (carne, leche, piel, etc.). Respecto a los movimientos nacionales, recoge Agricultura, «los animales y vehículos deben estar desinsectados para movimientos desde la zona afectada hacia zona libre, con ausencia de sintomatología en ganado bovino».
Situación «alarmante»
Para los ganaderos, la situación es «alarmante». Según los cálculos de Asaja Extremadura, hechos públicos el viernes, solo en esta comunidad la enfermedad habría causado la muerte a más de 2.500 ciervos, lo que suponen unas pérdidas en torno a los cuatro millones de euros, mientras que en el sector vacuno serían unas 450 cabezas, con unas pérdidas de unos 700.000 euros.
El presidente de la organización, Ángel García Blanco, recordaba en una comparecencia que la enfermedad es de declaración obligatoria. «Desgraciadamente ha vuelto a aparecer, posiblemente transmitida por mosquitos procedentes de África», apuntó García, que detalló que la enfermedad se caracteriza por lagrimeo en los ojos, fuerte secreción nasal, cojeras prolongadas, hinchazón de los párpados, fuerte salivación y enrojecimiento del morro del animal. «Hay que aclarar que está producida por un virus, que se transmite por los mosquitos, que afecta solamente a rumiantes, tanto domésticos como salvajes, pero no a humanos», insistía.
El foco de los ganaderos está puesto en la coordinación de las comunidades autónomas. Desde el Ministerio de Agricultura reconocen que está habiendo «más casos de lo normal» y recalcan que «las competencias las tienen las comunidades, pero hay coordinación, participamos y gestionamos la notificación de casos». La reunión entre las comunidades, sin embargo, todavía no se ha producido. «Es urgente una reunión de coordinación para el establecimiento de medidas y no solo la prohibición de movimientos a países fuera de España, sino que hay que establecer compensaciones a gestores cinegéticos y ganaderos afectados», apostillaba García Blanco el viernes.
En la misma línea señala la Alianza Upa-Coag, que esta semana solicitaba una reunión «urgente» con las Consejerías de Agricultura y la de Medio Ambiente de Castilla y León ante la «alarmante» situación sanitaria de la ganadería en la comunidad por el avance de la enfermedad y las restricciones de movimientos que ya afectan a Ávila, Salamanca y Zamora.
Los representantes de los ganaderos de Castilla y León han solicitado al Gobierno regional que pongan a su disposición todos los medios necesarios «para el control de esta situación», así como para la compensación de las explotaciones afectadas por las restricciones de movimiento impuestas.
La enfermedad hemorrágica epizoótica se trata con insecticidas y larvicidas. No obstante, denuncia Coag, «la desinformación, el desconcierto y la preocupación» están haciendo que en algunas localidades el miedo lleve al desabastecimiento de desinfectantes para el ganado.