El PP pide al Gobierno que destine los 6.000 millones de superávit del sistema eléctrico a rebajar la tarifa

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Javier González Navarro

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Mariscal también ha adelantado que se deben de trasladar a los Presupuestos del Estado todos aquellos costes que incluye la factura de la luz y que nada tienen que ver con el consumo, como las primas a las renovables, etc. Asimismo, el PP es partidario de suprimir definitivamente el impuesto a la generación eléctrica y dejar los impuestos que gravan la electricidad y el gas «como están ahora».

El diputado socialista Marc Pons ha dicho que el Gobierno «ha bajado los impuestos hasta el 'mini minimorum' y que »bonificaremos la electrificación en detrimento de los fósiles«. Tras presumir de la excepción ibérica -que limita el coste del gas que se utiliza para generar electricidad-, Mariscal se preguntó »por qué el resto de países no lo han imitado«.

Fernando Ferrando, de Sumar, ha insistido en la creación de una tarifa de la luz progresiva, más cara cuanto mayor sea el consumo, con un primer escalón barato equivalente al bono social.

Mireia Borrás, de Vox, ha afirmado que «hay que bajar los cargos, los peajes y los impuestos» de la electricidad y que los Presupuestos deberían asumir las primas a las renovables.

Sobre las centrales nucleares, Guillermo Mariscal recordó que en el programa de su formación se incluye la propuesta de ampliar el uso de estas instalaciones más allá de 2035, tal y como se recoge en el acuerdo suscrito por el Gobierno con los operadores de las centrales. «El acuerdo de Teresa Ribera con los agentes nucleares es erróneo», afirmó Mariscal, quien advirtió que cerrar los siete reactores en siete años provocará «un incremento de las emisiones y un sobrecoste inasumibles».

También se mostró favorable a ampliar la vida de las nucleares Mireia Borrás, quien situó a esta energía como una de las claves para la soberanía energética del país y recordó que la alternativa es el gas. «Es muy necesaria la tecnología nuclear», añadió. Y pidió «desintoxicar el fanatismo climático que inunda la política energética actual y perjudica mucho a la economía».

Por su parte, Marc Pons defendió que España se debe centrar en el desarrollo de las renovables y rechazó la ampliación de las nucleares ya que su coste debería ser asumido por los contribuyentes, puesto que las empresas han dejado claro que «si tengo que pagarlo yo, yo no juego». «Hacerlo a costa del contribuyente es un error enorme cuando tenemos capacidad de producir nuestra propia energía», prosiguió Pons, quien destacó que «somos ricos en sol y viento y en costos y tenemos una densidad de población que nos permite una posición privilegiada en Europa y en el mundo».

En la misma línea, Fernando Ferrando abogó por mantener los acuerdos establecidos por evitar problemas legales, pero rechazó ampliar su vida útil porque supondría restar impulso al desarrollo renovable. «No es una cuestión de ideología, es de coste porque la energía más barata se produce con renovables». De hecho, afirmó que «la nuclear es una hipoteca» para un país que no tiene procesado ni combustible nuclear, informa Servimedia.