La OCU augura una ola de demandas contra Ryanair, Easyjet y Vueling si no reembolsan lo cobrado de forma indebida por los equipajes de mano
La organización de consumidores solicita por carta a las aerolíneas low cost el reintegro de esos cargos para evitar una acción judicial masiva
Instan a las compañías a permitir a los pasajeros viajar con bolsas de cabina de tamaño razonable sin costes adicionales
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha amenazado este jueves con la adopción de acciones legales contra las principales aerolíneas de bajo coste si no se avienen a reembolsar a los afectados los cargos por el equipaje de mano cobrados de forma indebida, ... en virtud de la multa de 150 millones de euros impuesta a finales de mayo por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 por lo que consideró como «prácticas abusivas» de estas compañías.
La organización, junto al resto de organizaciones de consumidores agrupadas en Euroconsumers, se ha dirigido formalmente por carta a las compañías Ryanair, Easyjet, Wizzair, Vueling y Volotea para instarles a que reembolsen a los pasajeros afectados los cobros realizados por introducir en la cabina su equipaje de mano, según informa Europa Press.
El incumplimiento de estas peticiones, advierte la agrupación de defensa de los consumidores, forzaría a emprender acciones legales para proteger los intereses y derechos de los consumidores, han advertido este jueves desde la OCU.
La organización ha lanzado la iniciativa 'no sin mi maleta' para animar a los consumidores a que conserven los recibos de los cobros que las aerolíneas les hagan por sus equipajes de mano para poder reclamar después los cargos que resulten abusivos a las compañías aéreas.
Los cargos por el equipaje de mano fue una de esas prácticas que el Gobierno de España consideró abusivas y que le ha llevado a imponer una multa de 150 millones de euros a un grupo de aerolíneas de bajo coste. Entre otras prácticas también cuestionó los cobros por la reserva del asiento contiguo para acompañar a menores o dependientes, la opacidad en la información sobre el precio del servicio, la prohibición del pago en metálico o el suplemento de 20 euros cobrado por la reimpresión de la tarjeta de embarque en el aeropuerto.
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