«Un nuevo mundo requiere de nuevas reglas», insiste el presidente de Telefónica

El presidente del grupo ha destacado que «hoy el 73% de nuestros ingresos de servicio derivan de la banda ancha y los servicios digitales, frente al 46% de 2015. Son ingresos que vienen del nuevo mundo. Somos otra compañía».

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Jordi Martínez

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Álvarez-Pallete ha destacado que en los últimos siete años -los que lleva al frente del grupo- Telefónica ha destinado 17.300 millones de euros a retribuir a los accionistas, ha invertido más de 55.000 millones de euros, ha obtenido más 21.700 millones de euros de beneficio neto y ha generado más de 32.000 millones de euros en flujo libre de caja.

En su discurso ha dicho que desde 2015, Telefónica ha protagonizado operaciones corporativas por un valor cercano a los 81.000 millones de euros, incluyendo la mayor transacción de la historia de la compañía, la fusión de O2 y Virgin Media en Reino Unido.

El presidente de Telefónica ha vuelto a insistir en el compromiso del grupo -que cumplirá cien años en 2024- «en defender aquello que es justo», puesto que la compañía «construye redes para todos, no solo para unos pocos», e insiste en que «un nuevo mundo requiere nuevas reglas». Asimismo, «Europa debe ocupar el espacio que le corresponde y recuperar su autonomía digital».

La junta de accionistas ha aprobado todos los puntos del orden del día, entre los que se encontraba la nueva política de remuneraciones de los consejeros que mantiene los salarios fijos del presidente José María Álvarez-Pallete y del consejero delegado Ángel Vilá en 1,9 y 1,6 millones de euros, respectivamente.

La principal novedad de esta política será la eliminación de la posibilidad de que el consejo pueda otorgar un bono discrecional a los consejeros ejecutivos. El año pasado, tanto el presidente de Telefónica como el consejero delegado recibieron un bono equivalente a una anualidad del salario fijo que despertó el rechazo de parte de los accionistas y convirtió a las remuneraciones en el punto que generó mayor rechazo a los titulares en la última junta.

Por lo demás, los consejeros mantendrán un sueldo de 120.000 euros más una dieta de 1.000 euros por reunión, excepto en el caso del presidente, que percibirá 240.000 euros, y los vicepresidentes, con 200.000 euros de remuneración cada uno.

En el caso de Álvarez Pallete y Vilá, el 80% de su remuneración seguirá siendo variable y supondría pagos adicionales de 3,4 y 2,4 millones de euros, en caso de cumplir los objetivos a corto plazo, y de 3,84 millones de euros y 2,89 millones de euros, si se alcanzan las metas a largo plazo.

Esto deja los sueldos de los ejecutivos de la firma en 9,14 millones de euros en caso del presidente del operador y 6,89 millones de euros, en el del consejero delegado, en un escenario de cumplimiento completo de todos los objetivos contemplados en sus variables.

También se ha aprobado el reparto de un dividendo a cuenta del ejercicio de 0,30 euros, así como la amortización de 0,43% del capital, que supondrá reducir el capital de la sociedad en 24,77 millones de euros.

Los resultados de las votaciones de la junta son los más altos registrados en el mandato de Álvarez-Pallete en favor de su gestión al frente de la compañía, con porcentajes de entre el 98 y el 99% de los accionistas. El punto sobre la política de remuneraciones ha sido el que ha registrado un porcentaje menor, del 92,65%.

La curiosidad de la junta ha estado en uno de los accionistas que ha tomado la palabra, el cual, ha criticado la gestión del presidente, ha pedido que no se suban los sueldos hasta que se recupere la acción y ha solicitado una votación para cesarle. Lógicamente, esta propuesta ha sido rechazada por amplia mayoría.