La Moncloa apremia a Óscar López para que ponga punto y final a la crisis de Muface

En los últimos días los contactos entre Gobierno y aseguradoras se han intensificado con un asunto clave encima de la mesa: la compensación de las pérdidas asociadas al concierto. Las pasadas, por los entorno a 500 millones de euros que las entidades aseguran haber perdido con el concierto actual; y las futuras por el concierto del periodo 2025-2027, que anticipan en una cuantía de unos 400 millones y cuya potencial recuperación la cláusula de reequilibrio introducida por el Gobierno en los pliegos no asegura. Se trata de una cuestión de diferencias económicas.

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Bruno Pérez

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Los 4.500 millones de euros en tres años puestos encima de la mesa para el nuevo concierto, a partir de un incremento en el periodo del 33% en las primas que reciben las aseguradoras por la atención a los mutualistas, y la mejora cercana a los 1.000 millones respecto al concierto anterior, que ilustran ese «enorme esfuerzo» realizado por el Estado en el que Óscar López no ha dejado de insistir, han sido considerados insuficientes por las aseguradoras y han dejado el futuro de Muface en el aire.

El bloqueo de la situación y el creciente clima de tensión social han animado a La Moncloa a intervenir. Fuentes al tanto de la negociación y otras del entorno de Muface coinciden en que desde hace unos días el mensaje que se les traslada es que la renovación del concierto se ha convertido en una prioridad para el Gobierno y que La Moncloa ha dado plenos poderes al ministro Óscar López para cerrar la crisis.

«La Moncloa ha dado orden de salvar al 'soldado Ryan (por Óscar López) y se están barajando las opciones para hacerlo», asegura una fuente del entorno de Muface.

ABC ya informó en su edición del miércoles de que el Ministerio ya ha deslizado a las partes que estaría dispuesto a convocar una tercera licitación si no se encontrara alguna otra salida viable a la situación.

La ecuación no es fácil de cuadrar. La cláusula de reequilibrio introducida por el Gobierno en los pliegos de la segunda licitación como incentivo para animar a las aseguradoras a concurrir, aún bajo una oferta económica inferior a la que solicitaban, no es vista por éstas como una garantía suficiente de reparación económica en caso de que el concierto les genere pérdidas, como ya demostró el no de SegurCaixa Adeslas y DKV.

Y, por otro lado, el margen dentro de los pliegos actuales para mejorar las condiciones económicas del concierto parece, sobre el papel, limitado. Las fuentes implicadas en la negociación consultadas por ABC coinciden en que llegados a este punto todo parece apuntar a una tercera licitación. El problema es que el Gobierno tiene una amenaza de huelga en la Administración de CSIF en caso de que ese escenario se concrete.