Luz verde a la ampliación del puerto de Valencia con Sumar en contra

Con 1.700 millones de euros presupuestados, será la inversión público-privada «más importante que se ha hecho en un puerto español». La votación en el seno del Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez saldrá adelante gracias a la mayoría socialista, frente a la oposición de sus socios de Sumar, contrarios a esta actuación por su impacto medioambiental, pues alegan que la declaración pertinente a estos efectos data de 2007, aunque sigue siendo válida. Compromís, de hecho, ha anunciado que irá a los tribunales.

Unas objeciones que, a juicio del ministro Puente, «no están fundamentadas», pues se trata de un proyecto «ecológico» que tiene la seguridad jurídica suficiente si termina en los juzgados. En ese sentido, incidió en que el recinto portuario «se va a autoabastecer con energías limpias» y llevará aparejada la mayor terminal ferroviaria de la Península, lo que permitirá reducir el tráfico de camiones.

El Puerto de Valencia -el primero del país y el cuarto de Europa- reforzará así su posición dominante en el Mediterráneo. Las obras permitirán continuar sus planes de expansión en su pugna con el de Barcelona, al que aventaja en once millones de toneladas de mercancías transportadas en 2023, según datos hasta octubre de Puertos del Estado.

La nueva terminal ensanchará esa brecha, pues casi duplicará -de 7,5 a 12,5 millones- el tráfico de contenedores que se registra actualmente. El entendimiento entre PP y PSOE decantará la balanza en la competencia histórica que se viene produciendo entre ambos recintos portuarios.

Los dos grandes partidos nacionales se alían para poner en marcha una infraestructura estratégica para el país, frente al rechazo de las fuerzas situadas a la izquierda de los socialistas y los independentistas catalanes, como ERC, que llevan años oponiéndose a esta ampliación e intentando bloquearla con iniciativas parlamentarias.

La Autoridad Portuaria de Valencia remitió el expediente del proyecto al Ejecutivo central en diciembre de 2022, un trámite obligatorio al superar la inversión pública los doce millones de euros. Ese lapso de tiempo ha provocado que su coste se tenga que actualizar por la inflación y se eleve de los 542,7 a los 660,4 millones de euros, alrededor de 117 millones más.

Terminal Investment Limited (TIL), filial del grupo naviero MSC que explotará la terminal, prevé invertir 1.021 millones en el muelle, bajo la promesa de crear alrededor de 5.000 empleos más. Este jueves, el presidente de MSC España, Francisco Lorente, llamó a las administraciones a agilizar lo máximo posible el expediente para acelerar el inicio de las obras: «Si en cinco años pudiéramos tener el primer barco atracado sería un gran éxito». En su caso, el aumento de costes calcula puede situarse «entre el 20 o 25%». En la misma línea, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, también pidió que los trámites administrativos se lleven por la vía de urgencia.