Klaus Schwab, el hombre que ha puesto en el disparadero a Christine Lagarde

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El propio Schwab había anunciado su jubilación con efecto inmediato hace unas semanas y el puesto está ocupado sólo de forma provisional. El perfil de la francesa es apropiado y pasaría de cobrar 450.000 euros anuales a superar el millón, pero ningún otro presidente del BCE ha abandonado su cargo con semejante informalidad y quedaría al descubierto un puesto que no se cubre de un día para otro: el proceso requiere propuestas de los países del euro, evaluación del Eurogrupo, recomendación del Consejo Europeo, audiencia en el Parlamento Europeo, dictámenes del BCE y del Parlamento Europeo y nombramiento oficial, si todos los organismos están de acuerdo.

El caso es que la fuente sugiere importantes brechas de credibilidad. El otrora respetado Klaus Schwab, ha salido de Davos por la puerta de atrás, acusado de malversación y considerado el icono de la decadencia del Foro Económico Mundial, incapaz desde hace ya unas cuantas ediciones de dar respuesta a los nuevos retos.

El Foro Económico Mundial (FEM) ha abierto, incluso, una investigación interna contra su fundador, Klaus Schwab. El trasfondo son las delicadas acusaciones formuladas en una carta anónima enviada a la junta del foro a mediados de abril. Las acusaciones se extendían, además, a varios miembros de su familia y se formulaban quejas por el hecho de que Schwab y su esposa habían mezclado sus asuntos personales con los recursos financieros del foro. Entre otras cosas, según el denunciante, Schwab pidió a jóvenes empleados que retiraran miles de dólares de cajeros automáticos en su nombre, que después gastó en masajes en hoteles. Estas acusaciones, publicadas por Wall Street Journal, mencionan también que la esposa de Schwab, Hilde, ha organizado reuniones innecesarias para justificar viajes de lujo a expensas de la organización. Schwab rechazó la investigación interna y amenazó a los miembros de la junta con una demanda. Este sería el motivo de su sorpresiva jubilación.

Un portavoz de la familia Schwab ha rechazado todas las acusaciones y ha confirmado la demanda. Afirma que, cuando Klaus Schwab pagaba con fondos del foro los masajes en hoteles mientras viajaba, siempre devolvía el dinero. Ha añadido que, tras cumplir 88 años, decidió «renunciar al cargo de presidente y como miembro de la junta de fideicomisarios».

No es la primera vez que Wall Street Journal pone bajo su lupa al Foro Económico Mundial. En el verano del año pasado, el periódico estadounidense publicó un reportaje que hablaba de un ambiente de trabajo supuestamente tóxico y reseñaba que organización se enfrenta a numerosas denuncias de acoso sexual y discriminación contra mujeres y personas negras.

La organización, que opera a nivel mundial, cuenta ahora con unos 1000 empleados y una facturación anual de 400 millones de francos suizos, pero hace ya años que dejó de ser el punto de encuentro privilegiado que era y el nivel de sus ponentes es ya de mucho más bajo nivel. Schwab dice que había trazado con Lagarde un plan para devolverle su viejo brillo y que llevaban «varios años» negociando el traspaso. Asegura incluso que el Foro Económico Mundial había reservado para Lagarde un apartamento donde «trabajar mientras asumía más responsabilidades», dado que ella ponía como condición dejar la inflación arreglada.

El presidente del BCE es el líder del Comité Ejecutivo, que está compuesto por presidente, vicepresidente y otros cuatro miembros y que lleva la gestión diaria del BCE. Además de dirigir las reuniones de política monetaria con los presidentes de los bancos centrales de euro. Ante una marcha precipitada de Lagarde, y al menos hasta que su cumpla un nuevo nombramiento, quedaría al mando el vicepresidente Luis De Guindos.