Nueve hallazgos académicos sobre el teletrabajo

1. Ambiente hostil. Un experimento de Manuela R. Collis y C. Van Effenterre, de la Universidad de Toronto, revela que la gente está dispuesta a renunciar a una parte importantes de sus ingresos (entre un 15% y un 30%) para evitar desempeñarse presencialmente en un entorno laboral que perciben hostil. Las mujeres muestran una mayor preferencia por lugares de trabajo inclusivos, pero, sobre todo, valoran el doble el trabajo híbrido en presencia de acoso sexual.

2. Probar. Un trabajo desarrollado en el marco de un proyecto de investigación de Google (People Analytics Future of Work) concluyó que es muy importante que las empresas prueben distintas estrategias. Se diseñaron cuatro tipos de políticas, tres de las cuales estaban orientadas a organizar el trabajo híbrido de manera más eficaz, con menos reuniones, limitando las comunicaciones fuera del horarios de trabajo, etcétera. Lo que se descubrió es que, en las grandes organizaciones, mantener el respeto a las normas sigue siendo un problema. Pero lo más importante es experimentar.

3. Falta de consenso. Los mercados no valoran los anuncios de las empresas de que regresan al trabajo presencial. Este fenómenos es un indicador de la falta de consenso sobre cuáles son las políticas óptimas. O, dicho de otra forma, el mercado asume que la cantidad de trabajo presencial que exigen las empresas varía significativamente de un sector a otro e incluso de una ciudad a otra.

4. Chivo expiatorio. Un análisis de las políticas de retorno al trabajo presencial de las empresas del S&P500 demuestra que los directivos usan dichas órdenes para reforzar su control sobre la plantilla y las convierten en chivos expiatorios de los malos resultados de la empresa. Los datos no respaldan que la imposición del trabajo presencial mejore los números de la empresa, en cambio sí se aprecia una caída significativa en la satisfacción laboral de los empleados.

5. Efectos en el crecimiento. Un modelo macroeconómico basado en que las empresas puedan contratar libremente trabajadores remotos afirma que un tercio del aumento observado en la creación de empresas tras la pandemia se debe a esto. El acceso a mano de obra más barata mejora la rentabilidad de la empresa e incentiva su creación. Pero, a la larga, el aumento de la demanda eleva los salarios y reduce el tamaño medio de las empresas, aunque otras crecen por el efecto agregado.

6. Penalización por hijos. Un estudio ha encontrado que, en el corto plazo, la penalización profesional por tener hijos es menor en el caso de las mujeres que teletrabajan. Otro estudio ha confirmado que el teletrabajo es particularmente atractivo para las mujeres en edad productiva con hijos pequeños, ya que limita la posibilidad de que salgan del mercado.

7. Efecto inmobiliario. Un aumento del trabajo remoto se asocia con una menor demanda de espacio de oficinas, un aumento de los alquileres y una mayor calidad del espacio de trabajo. Aunque se ha detectado un cambio espacial –mucha gente se marcha de la ciudad provocando alzas de valoraciones en los suburbios–, el impacto directo sigue siendo bajo. Sin embargo, los resultados ponen de relieve que el teletrabajo tendrá importantes repercusiones en la actividad inmobiliaria.

8. Ganadores y perdedores. Quienes ganan y quienes pierden con el teletrabajo no es obvio. Mientras más días se trabajen desde casa, más pronunciado será el cambio en la demanda de vivienda ya que el espacio que antes estaba en la oficina hay que llevarlo a casa. Esto eleva los precios de ciertas tipologías de viviendas y sus ubicaciones, pero desemboca en un alza generalizada de precios. Dado que los trabajadores presenciales siguen consumiendo vivienda pero su productividad no cambia, el teletrabajo reduce su bienestar a pesar de que se les compense la presencialidad. Dado que los jóvenes tienen mayores obligaciones de renta futura por su esperanza de vida, las mayores pérdidas corresponden a los trabajadores presenciales jóvenes.

9. Teledirección. ¿Y el teletrabajo de los directivos? Los directivos, que han sido los mayores enemigos del teletrabajo, tienen razones para criticarlo. Los que trabajan a distancia obtienen peores resultados según la cuenta de explotación, la valoración de la empresa, las críticas a la información privilegiada y otros parámetros. Estos efectos son mayores mientras más lejos vive el CEO. El bajo rendimiento está relacionado con el cortoplacismo, la pérdida de información y el elevado consumo de ocio, como la compra de barcos de recreo y casas en la playa.

¿Cuáles son las

principales ventajas

de trabajar en las

instalaciones de

su empresa?

Porcentaje de respuestas que señalan esa ventaja

Socializar con los

demás trabajadores

62,04

Colaboración

cara a cara

54,40

Límites claros entre la vida

personal y la profesional

42,74

Mejor equipamiento

35,91

Tiempo con

mi supervisor

29,94

Tranquilidad

10,04

2,91

Otros

Fuente: Global Survey of Working Arrangements.

Tercera oleada (2023) / ABC

¿Cuáles son las principales ventajas de

trabajar en las instalaciones de su empresa?

Porcentaje de respuestas que señalan esa ventaja

62,04

Socializar con los demás trabajadores

54,40

Colaboración cara a cara

Límites claros entre la vida personal y la profesional

42,74

Mejor equipamiento

35,91

Tiempo con mi supervisor

29,94

Tranquilidad

10,04

Otros

2,91

Fuente: Global Survey of Working Arrangements. Tercera oleada (2023) / ABC

La posibilidad de socializar con el resto de la plantilla es la principal razón a favor del trabajo presencial, según la tercera oleada del estudio global de acuerdos laborales. Un 62% de los encuestados se pronunció a favor de esta ventaja, frente al 54% que señaló la cooperación cara a cara y el 42,7% que indicó la necesidad de separar su vida profesional de la privada. Un 35,9% indicó que el equipamiento en el trabajo es mejor y casi un 30% que así podía estar cara a cara con su supervisor.