Grandes fondos piden al Gobierno «menos ruido» y un entorno más amigable para apostar por España

Ese es el panorama que han descrito Enrique de Leyva, socio fundador de Magnum Capital; Jaime Siles, director ejecutivo de IFM, el fondo propietario del 14,5% de Naturgy; Juan María Nin, asesor de Bain Capital; e incluso José Luis Curbelo, presidente de Cofides. Todos han coincidido en el potencial que tiene España como destino inversor, pero también han señalado la existencia de lastres que no le están permitiendo captar todos los recursos que podría.

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"Necesitamos gobiernos serios, que definan reglas del juego claras y estables", ha pedido a modo de 'carta a los reyes' el asesor de Bain Capital y presidente de ITP Aero, Juan María Nin. "Necesitamos un marco legal estable, un sistema judicial que actué como un soporte adecuado de ese marco legal, infraestructuras para mejorar el atractivo del país y unas autoridades que realicen un trabajo serio y profesional".

"La regulación cambia demasiado, la política fiscal cambia demasiado y necesitamos tener un sistema de impuestos similar a la del resto de los países, no peor", ha añadido Enrique de Leyva, de Magnum Capital, que también ha recordado que ayudaría que España pagara los laudos de las cortes de arbitraje internacionales, un asunto que ha erosionado la reputación de España de forma seria en los últimos meses.

Incluso José Luis Curbelo, presidente de Cofides, la sociedad mercantil propiedad del Estado que desde hace meses se vende como el 'fondo soberano español', ha dicho que sería necesario "menos ruido" y un mayor reconocimiento de la aportación de los grandes fondos a la financiación de la economía española. Le va el negocio en ello porque Cofides será el gesto del Foco, el fondo de coinversión impulsado por el Gobierno con 1.500 millones de euros de los fondos europeos para atraer grandes inversores privados a los proyectos incluidos en el Next Generation.

Los fondos asumen que el mundo ha entrado en una nueva era de mayor intervencionismo de los Estados en la actividad económica y empresarial. "No solo hay una competencia entre empresas y sectores sino también entre países y si algunos países están protegiendo sus sectores estratégicos sería estúpido que España no protegiera los suyos", ha reflexionado Juan María Nin. "No veo ninguna objeción a que el Estado tome posiciones en sectores estratégicos, como el de la Defensa, pero debe hacerlo con unas reglas claras y debe desarrollarse con acuerdos serios".

Para Jaime Siles, director ejecutivo de IFM en España, lo más relevante es que halla un respeto a las reglas y que no se generen diferencias entre los actores que quieran realizar operaciones corporativas en España.