El gobernador del Banco de España pone sobre la mesa el debate de bajar los impuestos a los bancos para mejorar su solvencia

Así lo ha manifestado este martes el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, durante su discurso en el IV Observatorio de la Finanzas, organizado por Invertia, en el que ha abogado por seguir el ejemplo de Italia y reconfigurar el impuesto de forma que los recursos que las entidades destinen a reforzar sus reservas de capital se detraigan de la base imposible del impuesto, reduciendo la carga fiscal que soportan por el mismo al tiempo que se apuntala su capitalización.

La referencia al impuesto a la banca no estaba en el discurso original que el Banco de España circuló a los medios, pero el gobernador sí lo mencionó en su intervención trasladando la idea de reducir la carga fiscal que soportan las entidades españolas con el objetivo de aumentar su solvencia y prepararse ante eventualidades negativas, informa EP.

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Eso fue exactamente lo que hizo el gobierno italiano después de que su anuncio de establecer un impuesto temporal a los bancos similar al español para recaudar 3.000 millones de euros hiciera que la cotización bursátil de las entidades se tambaleara poniendo en riesgo hasta 9.000 millones de su capital. De Cos no se ha limitado a deslizar la necesidad de que el Gobierno maniobre para mejorar la configuración del impuesto, también ha instado a la banca que utilice parte de los beneficios obtenidos en los últimos años para aumentar su nivel de resiliencia, ya que, ha asegurado, es muy probable que la mejora experimentada por la rentabilidad del sector en 2022 y 2023 sea transitoria.

«Es esperable que haya un incremento del coste del crédito en algún momento y que las rentabilidades se reduzcan, aunque probablemente no a los niveles tan bajos que teníamos antes de la pandemia», ha dicho.

El gobernador ha vuelto a advertir sobre los elevados niveles de endeudamiento y déficit público de España, que, ha dicho, suponen un flanco de vulnerabilidad que no debe minusvalorarse ante la eventualidad de una sobrerreacción de los mercados que pudiera elevar de forma brusca los costes de financiación.

Ha recordado que, según las estimaciones del Banco de España, el Gobierno deberá ir más allá en sus planes de consolidación fiscal si quiere cumplir el compromiso adquirido con la Comisión Europea de reducir el déficit por debajo del 3% este mismo año y ha advertido que, en cualquier caso, la entrada en vigor de las nuevas reglas fiscales europeas van a forzar un proceso de ajuste fiscal que afectará al dinamismo de la economía española en el corto plazo.