ESPECIAL UNIVERSIDADES
Inteligencia artificial: una herramienta cargada de futuro...y de amenazas
El impacto de la nueva tecnología se está dejando sentir en la formación como una nueva tecnología disruptiva con un gran potencial de desarrollo, de la que aún no conocemos su alcance
La UE quiere obligar a ChatGPT a desvelar uno de sus mayores secretos
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Iniciar sesiónLa inteligencia artificial (IA) está cada vez más presente en todas las facetas de la vida. A nivel laboral, su despliegue transformará muchos puestos de trabajo, mientras que el mundo universitario también se ve impactado por la llegada de esta revolucionaria tecnología, que con ChatGPT ... ha mostrado a un amplio público el gran potencial que puede tener en un futuro inmediato. ¿Cómo está cambiando la IA el mundo académico? Los expertos coinciden en las numerosas opciones que abre (fomentar el pensamiento crítico, agilizar tareas rutinarias, mejorar procesos de búsqueda...), pero también los riesgos que conlleva, fundamentalmente el peligro de un plagio difícil de detectar.
«La gran oportunidad que se nos presenta es disponer de una nueva tecnología disruptiva con un gran potencial de desarrollo, de la que aún no conocemos su alcance», dice Lino González, director del Computing and Artificial Intelligence Laboratory (CAILab) de la Universidad Camilo José Cela. Las posibilidades que se están empezando a desplegar son apenas la punta del iceberg, y a medida que avanza el tiempo, surgirán nuevas funcionalidades y aplicaciones explica González.
«No creo que debamos prohibir la tecnología, sino que debemos conocerla e integrarla en nuestros procesos formativos para ser más eficientes y favorecer la creación de conocimiento y el aprendizaje de nuestros alumnos» añade. Por su parte, Daniel Rubio, tutor del Máster en Big Data y Business Inteligence en IMF Smart Education, cree que herramientas como ChatGPT pueden ser de gran ayuda para los estudiantes, ya que ayudan a resolver problemas complejos con rapidez. Por ejemplo, el acceso a la información, la ayuda a la escritura o el aprendizaje personalizado, explica. «No todos los estudiantes aprenden de la misma forma, por lo que un estudiante podría pedir a ChatGPT que reformule sus apuntes o un conocimiento a una forma determinada que sabe que le funciona para aprender», afirma.
«Nuestras predicciones indican claramente que los estudiantes que utilicen de forma natural herramientas de IA generativa tendrán una significativa ventaja competitiva sobre aquellos que decidan no usarla», dice Paco Bree, profesor de programa en business Innovation (BIP) de Deusto Business School. En esta universidad, según explica Bree, un importante número de profesores está ya trabajando con herramientas de este tipo para estar a la vanguardia en el mundo de la educación. Según el profesor, una de las grandes ventajas de herramientas como ChatGPT es luchar contra la avalancha de información a la que estamos sometidos, por lo que la clave reside en la capacidad de las universidades para fomentar el pensamiento crítico. «Para mejorar esta capacidad debemos intentar dar respuestas a desafíos complejos con propuestas que sean claras, exactas, relevantes, profundas y precisas a la hora de abordar problemas complejos», añade.
Desde la Universidad Pontificia Comillas también están trabajando en incorporar herramientas de IA generativa de forma ética y eficiente. «Uno de los ejemplos de uso más natural de ChatGPT o GitHub Copilot es utilizarlo en asignaturas de programación para dar 'feedback' instantáneo al estudiante sobre el código que está escribiendo mientras trabaja de forma no supervisada por el profesor», dice Mariano Ventosa, vicerrector de investigación y profesorado de Comillas. Como ejemplo, expone el caso de la profesora de psicología Nereida Bueno, que pide a los estudiantes que lancen 'prompts' a Eliza, Elbot o ChatGPT y que analicen los fallos de comprensión que tiene la máquina, en qué no son correctas sus respuestas y cómo podrían mejorarse los 'prompts' para obtener mejores respuestas. «Así, apoyándose en IA generativa, los estudiantes discuten y reflexionan sobre la materia que tienen que estudiar y al interactuar con esta tecnología, además, aprenden a usarla», añade Ventosa.
El riesgo de plagio
Sin embargo, estas herramientas presentan también varios desafíos. Y uno de las más preocupantes es el plagio. «Este no es un problema nuevo. Los retos no son tan diferentes que los ya existían antes de la aparición de estas tecnologías: establecer vías para detectar ese plagio», dice Adoración Álvaro, decana de la Facultad deEmpresa, Economía y Derecho de Cunef Universidad. «Existen herramientas antiplagio, como Proctorio, que se están actualizando continuamente y se adaptan a las nuevas tecnologías. El uso de la IA forma ya parte de nuestra forma de vida en todos los aspectos incluido el académico. Pronto veremos chatbots incorporados como una herramienta más en la enseñanza», dice Victoria López, directora de la Escuela Politécnica Superior de Cunef Universidad.
González, de la UCJC, expresa preocupación por la dificultad para detectar el plagio de los contenidos generados por IA, ya que las herramientas actuales no están entrenadas para ello. «La probabilidad de detección del plagio es menor que si usamos técnicas de plagio más tradicionales», comenta. No obstante, González cree que uno de los grandes retos que existen es dar a conocer el gran potencial de ChatGPT y normalizar su uso. «Lo primero que todo el mundo está escuchando es el peligro de la herramienta y cómo se puede usar de forma inadecuada para 'copiar' o realizar trabajos sin esfuerzo. ChatGPT nos puede ayudar, tanto a profesores como a alumnos, a mejorar nuestros procesos de búsqueda y análisis de información», comenta.
Sobre su integración en el mundo académico, Rubio, de IMF Smart Education, aboga por que las universidades traten de evitar prohibir el uso de herramientas de IA para fomentar un uso responsable de las mismas. «Ante la creciente popularización de la IA, los educadores y profesores del futuro deben desempeñar un papel activo en la integración de estas tecnologías en el proceso educativo», comenta.
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Álvaro, de CUNEF, considera clave que los profesores orienten a los alumnos a integrar de forma efectiva y responsable el uso de estas tecnologías en el proceso de aprendizaje para desarrollar su potencial intelectual y de pensamiento crítico. «Se desarrollarán inteligencias artificiales de uso específico para educación y los profesores tendremos que aprender a manejarlas para incorporarlas en el aula. La relación inteligencia artificial-profesor debe entenderse como una forma de trabajo, al igual que en otras áreas», concluye López, también de CUNEF.
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