Algo falla si cada vez hay más parados con estudios superiores

Profundizando en esas cifras de empleo, me llama la atención el elevado número de parados con formación superior, casi un tercio del total. Además ha crecido de manera considerable en la última década. Si al comienzo de 2014 un 22% de los desempleados tenía educación superior, hoy es casi el 29%. También aumentan los ocupados con formación superior. A finales del pasado año, casi el 53% de las mujeres con empleo y el 42% de los hombres ocupados tenían esta formación. Ha evolucionado también al alza en la última década. En 2014, el 42% de las personas con empleo tenían estos estudios, hoy cerca del 47%. Y si nos vamos a las cifras de la población activa, la tasa de actividad es muy elevada en este colectivo, casi el 79%, pero ha bajado más de dos puntos en los últimos diez años.

Estos datos ponen de manifiesto por un lado que en España cada vez hay más personas con educación superior, lo que sin duda, es un dato positivo. Pero también es cierto que esa educación superior no te garantiza el empleo. Y el hecho de que casi uno de cada tres parados tenga esa elevada formación es buena prueba de ello.

Ante estas cifras lo que está claro es que hay algo que no funciona y que la educación no está facilitando lo que el mercado laboral necesita. Y no se trata solo de la universidad, sino también de la formación de los propios trabajadores. Hay profesiones actuales que no existían hace diez años, o profesiones del futuro que no existen ahora. Pero eso no impide que la universidad forme a sus estudiantes de manera que luego puedan adaptarse a esas nuevas profesiones. Y no solo la universidad, el conjunto del sistema educativo debe preparar a los niños y a los jóvenes para enfrentarse al futuro. Y eso, desde luego, no sucede si fallamos en asuntos tan básicos como la comprensión lectora, o las bases matemáticas. Por eso es una buena noticia que el Gobierno pretenda reforzarlas. Pero no es suficiente. Los partidos políticos, la oposición, los padres, los profesores... deberíamos ponernos de acuerdo en poner en marcha una reforma educativa duradera, que no cambie cada vez que hay mudanza en La Moncloa, y aceptar las buenas ideas vengan de quien vengan. Y hacer una EBAU común en todo el territorio nacional, para evitar discriminaciones entre estudiantes, también es una buena idea, y en lugar de desecharla porque viene del PP, el PSOE debería apoderarse de ella. Pero claro, no quiere enfadar a sus socios independentistas.